Y dime de qué presumes y te diré de qué careces, porque resulta que el diario New York Times ha publicado que los militares españoles son “trogloditas” por la actitud del general Mena al criticar el Estatuto. Yo critique el general Mena y pedí su arresto, pero la generalización a todos lo militares españoles, amén de injusta, es infantil y no la debería hacer el “prestigioso” diario (el que tanto admira y plagia el cursi diario gubernamental). No debería generalizar porque resulta que el rotativo norteamericano que critica a los militares “trogloditas” españoles, apoyó a los chusqueros militares americanos que invadieron Vietnam (luego se arrepintió, pero ya iban miles y miles de muertos) Y también apoyó la invasión de Panamá, Granada y los bombardeaos de Yugoeslavia. Y se hizo el loco con el golpe de estado contra Chávez. Así que clases de ética y de
modernidad por parte de este diario las justas. Muy pocas. Justitas. Ninguna.
Ni de ese diario, ni de Peces Barba, ni de Rodríguez Zapatero que precisamente se encuentra ahora con que el Consejo de Estado, al que pidió consejo, le ha dicho que no va por el buen camino, porque conviene poner límite constitucional a las demandas de los nacionalistas. Y como el presidente se comprometió en el discurso de investidura a tener muy en cuenta al Consejo, bueno sería que hiciera caso y que se hiciera todo por consenso de todos los españoles. Por no se hará. Se admiten apuestas. Porque el héroe de Atocha está empecinado en sustituir en la historia a Adolfo Suárez como reformador democrático (era de derechas, después de todo y eso no se puede consentir) y se ha metido a arreglar la radio que funciona, aunque le sobren piezas. Pero no lo hará, decía, porque el Estatuto es demasiado goloso para los que lo apoyan en el poder pues permite sacar tajada a los ricos en detrimento de los pobres, al equiparar la inversión con la riqueza de cada región (tanto tienes tanto vales y tanto te invierto). Ese es el propósito del Partido Socialista de la Desigualdad y el Privilegio que sigue bajándole los impuestos a los ricos, según denuncia CC.OO, y que quiere consolidar una evidente desigualdad discriminatoria porque las regiones que tengan una riqueza del PIB de 5 no pueden recibir menos de 5 y si suben a seis deberán recibir los 6.
Quiere decirse que cuanto más crezcan y más ricos sean, más inversiones recibirán de los demás. Tanto tienes, tanto más vas a valer. Igualdad y solidaridad, ya te digo, porque las regiones más ricas crecerán en progresión geométrica, mientras que las más pobres lo harán en regresión aritmética, si es que estos analfabetos padres de la Logse saben qué es eso, que parece que no. “Patriotismo social”, dice el pájaro de León. “Pa’ la saca”, dicen los nacionalistas de Cruz y Raya. Se pilla antes aun pesetero que a un cojo. Y todavía no han firmado y ya quieren más porque este no es “su techo”. Vale, es política y están legitimados para hacerlo, pero también lo está el PP para recoger firmas con el fin de iniciar una petición popular. También es política. Pero a partir de ahora “cada uno a sus costillas”, que decíamos en el colegio, y al igual que el profesor murciano José Perona, yo doy por roto el pacto de la Transición, el pacto constitucional y que cada uno vaya a su palo. A sus costillas.