Antonio F. Marín: Asustaviejas

15 de abril de 2006

Asustaviejas

Un cursiprogre de guardia de esos que nunca usan adjetivos, pero escriben de “negatividad”, “atemorización”, “visualización” y “verbalizar”, ha escrito que la política del "no a todo" es una política de asustaviejas, “de negatividad y atemorización”. El tipo escribe libros, artículos y comenta eventos culturales y además habla de “negatividad y atemorización”. Vale. Pero eso del "no a todo" está muy bien. Yo sigo diciendo no a todo. He empezado el año diciendo no a todo y probablemente lo terminaré también diciendo no a todo:
NO al maltrato doméstico.
No a la pobreza.
NO a explotación infantil.
No al abuso de poder sectario.
NO a la intolerancia.
NO al racismo.
NO a la discriminación salarial.
NO a la guerra.
NO a la explotación salvaje del medio ambiente.
NO al capitalismo salvaje (incluido el de la

SGAE y el de Polanco)
NO al encarnizamiento terapéutico.
NO al negocio científico.
NO al tráfico de órganos.
NO a la ropa deportiva para vestir.
NO al negocio farmacéutico en el tercer mundo.
NO al pensamiento único de los pensadores únicos.
NO al canon de los cedés de música.
NO a los zapatos con plataforma.
NO a las medias panty.
No a la nueva aristocracia por la geografía de la cuna.
NO a las zapatillas de deporte.
NO a la ley mordaza que censura.
NO a los privilegios entre los españoles.
NO a la gente que dice sí a todo lo que ha dicho sí la “Comisión del sí” que vela por la pureza del “sí” (comisionado Rubalkalasnikov; ese tipo bajito y calvo que trae pinta y planta de usurero de Crimen y castigo). Yo no quiero ser “asustaviejas”, decía, pero resulta que el déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente se encuentra en máximos históricos y es uno de los más elevados del mundo. Y además nuestra inflación es la más alta de los países de muestro entorno. Así que NO a todo. Y SI a la lencería fina, a los zapatos de tacón y a las medias con costura y talón. O de rejilla. Porque como se ve no decimos No a todo, porque hay excepciones.

Mobusi