El “bookcrossing” consiste en dejar un libro en un lugar público para que alguien lo coja, lo lea y lo vuelva a dejar. Sólo hay que etiquetarlo y comunicarlo a la página web “bookcrossing spain” para que pueda hacerse un seguimiento de él. Se trata de liberar los libros para ofrecer a los demás la cultura desinteresadamente. Esta nueva inquietud cultural ha gustado mucho a los cursiprogres (Mercedes Milá se ha hecho incluso eco de ella), aunque no piensan lo mismo, obviamente, de un posible “músiccrossing” o “filmcrossing”, a tenor de como se ponen de histéricos cuando
se intercambian archivos musicales o de cine, porque afecta a sus multimillonarios bolsillos. Cuanto más tienen más quieren. Avaricia, se le llama en el argot. ¿Compartir?...Ni las solapas. Así que mientras la banca bate sus record históricos y gana "más que nunca"; mientras el litro de gasolina cuesta seis euros más que hace un año o mientras la deuda media de los españoles ha aumentado un 25%., el Gobierno se dedica a perseguir y cerrar las páginas web que enlazan a archivos del Emule o de Bittorrent. Y mientras los salarios vuelven a los niveles de hace diez años y las empresas quintuplican sus beneficios, los muchachos de la presunta Izquierda Unida se preocupaban de que alguien pueda bajarse canciones de Internet y han denunciado que desde los ordenadores del Ayuntamiento de Santa Marta se puede bajar música Ya se sabe que estos comunistas de pitiminí y estos cursiprogres de La Moraleja, quieren repartir la propiedad de los demás, pero no toleran que nadie les copie la suya. No permiten que nadie copie la propiedad de sus multimillonarios amiguetes. Igualdad, fraternidad y viva la República. Así que mientras los consumidores y usuarios crean una plataforma para protestar contra el abuso de los multimillonarios, contra el robo del canon de los cedés en los que guardamos nuestras fotos o novelas, ellos denuncian a los pobres diablos que se bajan música en unas oficinas del Ayuntamiento. Justicia social, ya te digo. Y mientras estos solidarios se preocupan de que sus millonarios amiguetes sigan recaudando sus milloncejos, la multinacional Disney va a ofrecer gratis en la red series y películas como Perdidos, Alias o Mujeres Desesperadas, según ha informado el Wall Street Journal. Mientras unos te roban a canon armado, los otros te ofrecen gratis la cultura, con la única salvedad de incluir publicidad al final o al principio de la peli o de la serie. Mientras unos van más allá, los retrógrados siguen agarrándose a sus pesetas como avaros recalcitrantes. Somos de izquierdas, ya se sabe.
