Antonio F. Marín: Upskirt en escaleras eléctricas

25 de abril de 2006

Upskirt en escaleras eléctricas

Entre las variadas claves que los tíos usan para llegar a este blog como “bajitas culonas gratis”, “mujeres ninfomanías”, “letanía para despedidas de soltera” (¿) “relatos de sexo con la hermana de tu madre” o incluso “Zapatero en calzoncillos”, he encontrado una que ha llamado mi atención (poderosamente) porque alude a “upskirt chicas en escaleras eléctricas”. Yo conozco un upskirt que permite verle las braguitas a una chica en una terraza después de un cruce de piernas, o un upskirt cuando sopla el viento, o un upskirt tipo Marlilyn un una rejilla del Metro e incluso un upskirt en un puente. Es lo suyo, lo canónigo. Pero upskirt en una escaleras eléctricas es la primera vez que lo oigo. Uno puede ser un perverso fetichista, que lo soy, y admitir distintas deliciosas perversiones como downblouse, upskirt, D/s, shoedangling, femdom, shoejob o heeljob; pero upskirt en una escaleras eléctricas es ya pasarse de rosca o de
paciencia. Porque vamos a ver, prenda, cómo lo consigues. ¿Poniéndote al principio de las escaleras mecánicas de El Corte Ingles?...Me supongo que para esperar a que una chica con minifalda se suba a ellas y aprovechar el acontecimiento para tirar algo al suelo, agacharte para recogerlo y verle así a la niña los muslos y las bragas. Es interesante, sí, no te digo yo que no, pero en seguida ella llega a la planta superior y se te escapa. Porque eso de tirarles algo para que se agachen, como una tarjeta de crédito, no resulta porque la mayoría de las chicas han aprendido de sus madres que no hay que agacharse, sino encoger las piernas para descender de forma recta y evitar así que la falda se levante. Son aviesas (las madres) y su maldad no tienes límites porque se conoce que se distraen maquinando estas martingalas con tal de joderte. Se podrían dedicar a jugar a la canasta con sus amigas, pero se entretienen enseñando a sus hijas trucos para que no les veamos las bragas. Son malas, retorcidas y perversas. En fin. Pero tú no desistas, joven, y persevera en el intento con mucha paciencia que yo, que voy mañana a El Corte Inglés, lo mismo lo practico y me pongo debajo de las escaleras a esperar a que se suba una niña con minifalda. Lo que no sé es qué hacer mientras tanto con mi madre.

Mobusi