Antonio F. Marín: La España de Zapatero

14 de mayo de 2006

La España de Zapatero


El Gobierno ha decidido que ya no es menester adjuntar fotocopia del DNI para realizar cualquier gestión ante la administración. Así que iba a felicitar al Gobierno por tamaña proeza, (como ya he hecho en 12 ocasiones y sin tener por qué, pues cobra por hacerlo muy bien), cuando me he dado cuenta de que no hay motivo para tales albricias y aleluyas porque resulta que a mí me siguen pidiendo el carné de identidad y la susodicha fotocopia. Ayer mismo, digo el pasado viernes. Me explico. Para dar de alta mi nuevo libro en el ISBN dependiente del Ministerio de Cultura, envíe hace dos meses el impreso pertinente para cumplimentar tal diligencia gubernamental. Hace dos meses de eso y todavía no hemos recibido novedad, parte o comunicación alguna de la
gestión, por lo que he tenido que llamar de nuevo (con la ayuda de mi querido Pepe Piñera de Gráficas Cieza) para solventar la cuestión. ¿Problema? Que no ha llegado la documentación, según nos dicen en el organismo oficial porque, como es natural, el sobre se ha perdido en el camino. A nuestra España eviterna le pasa como al Real Madrid cuyos jugadores no corren, porque comulgan con el dicho aquél de Tráfico que decía “papa, no corras”. Y ellos no corren, claro. Pero eso no es todo, porque además de que el sobre se ha perdido resulta que hemos de enviar de nuevo el impreso y la fotocopia del DNI del editor. Diles que el ministro de Administración Pública tiene prometido públicamente que ya no hace falta fotocopias ante la administración. Qué si quieres... Hace falta fotocopia del DNI, insisten, y las reclamaciones que se la hagamos a José Sevilla, ministro responsable del asunto. O al maestro armero. Como es natural. En el siglo XXI, con las nuevas tecnologías, no sólo que tienes que enviar unos papeles, instancias e impresos por correo, sino que además, cómo no, se pierden en el trayecto y hace falta fotocopia del DNI. Faltaría más, semos españoles, a Dios gracias, y no hacerlo sería un desdoro para nosotros, para la causa, porque lo romántico es el "vuelva usted mañana" o "la documentación se ha perdido en el correo". No podemos, ni debemos, cargarnos una tradición milenaria con la que no puede ni Zapatero, porque se puede cambiar un Estatuto que no le interesa a nadie (sin adjuntar fotocopia del DNI), pero no hay manera de que la administración funcione, que es una cuestión que le interesa a todo el mundo. Españoles, ya se sabe. Así que habrá que rellenar de nuevo los impresos que me ha facilitado la directora de la biblioteca de Cieza (gracia Reme), enviarlos con carácter urgente y esperar a que lleguen y que los funcionarios den cuenta de ellos con la pertinente fotocopia. Eso sí, ya no hace falta póliza y que la fotocopia esté compulsada. Algo hemos avanzado.

Mobusi