8 de mayo de 2006
Tu mirada downblouse
Sí, tú mírame a los ojos porque yo también miro los tuyos ya que siempre me han gustado mucho y siempre me he quedado colgado de ellos. De verdad. No importa que intentes distraerme con esa posturita downblouse porque no me engañas y no me distraes de lo principal que es mirar eso hermosos ojos. O ya puestos la cadenita que luces en el cuello. Y el lunar que se ve más abajo. Pero los pezones no. Eso jamás. Sería muy grosero mirártelos descaradamente y no tengo la más mínima intención de mirarte esa tetas que me empitonan. Te lo aseguro, porque uno es un chico educado, de buenos modales y no hace esas cosas desde que mi madre me dijo, cuando era pequeño, que a las niñas no se le miran las tetas. Se las mira a los ojos. Y eso hago yo: mirarte a los ojos. Y que sepas que el traje ese de trabajo que te has puesto para que te diga cómo te queda, no me gusta mucho, la verdad, pero se te ve de vicio cuando te abres el escote para que te lo vea. Sabes como lucirlo y a ti te queda pintiparado. Que lo sepas.