“intoxicarse” al leerla. Así que a partir de ahora un testigo puede negarse a declarar en un juicio porque su testimonio puede ser “tóxico”.
Y por eso el Gobierno de Rubalcaba ha entregado al juez informes incompletos y modificados que habían realizado los peritos (tres expertos), porque quisieron tutelar al juez, menor de edad, evitándole leer cosas “tóxicas” para la instrucción de su sumario. Pero entonces, ¿para qué contratan a los peritos?, ¿para qué sirven?, ¿son fiables a partir de ahora en otros juicios? No lo sabemos, pero estos vividores pensionados y confabulados en su monipodio zarzuelero se han echado la siesta como el de la foto de arriba y han hecho porra entre ellos para evitar que se traten asuntos “tóxicos” porque diez millones de moscas no pueden equivocarse: “Come mierda”, nos vienen a decir con eso de dejar sólo al PP e invitarnos a la bacanal de las moscas. Extrañas unanimidades tóxicas, extrañas coincidencias tóxicas, extrañas dejación de responsabilidades tóxicas en el Parlamento que, se supone, debe debatir absolutamente de todo sin censuras, textos previos, ni límite alguno. Ni miedos. Ni toxicidades.
Pero al día siguiente de su contubernio tóxico nos enteramos por el diario El Mundo de que el Gobierno le ha mentido a los españoles cuando dijo que no había ningún informe que vinculara el 11M con ETA. Lo había con número de serie, y escrito y firmado por tres peritos expertos, pero lo modificaron con el mismo número de serie para que no lo hubiera. Pol tol morro. Se ha duplicado el mismo numero de serie porque ellos deciden lo que le conviene saber al juez instructor de la causa. Por su bien. Porque es menor de edad y quieren evitarle disgustos y que se intoxique. Unos angelitos estos desintoxicadores que se juegan su honradez con tal de exculpar a ETA. Parece que les va la vida en ello.