están más preocupados por el sexo de los ángeles o el de los extraterrestres, por cierto, que según veo en un canal de televisión pueden estar visitándonos de incógnito. No me lo creo, porque unos extraterrestres de una civilización tan inteligente como para llegar a este planeta no se andan con tonterías de aparecer y desaparecer, de esconderse y ocultarse, sino que aterrizan en el aeropuerto de barajas, pasan la aduana y se dirigen con mucha educación a los policías para interesarse por nuestra cultura: “Buenas, venimos del planeta tal y cual y queríamos saber si las mujeres de este planeta follan o también les duele la cabeza”. Eso si son de una civilización inteligente, ya digo, porque una civilización que no sea inteligente; es decir, una civilización como la de Pepiño Blanco, viene a la tierra y se pone a hacer el gilipollas apagando y encendiendo las lucecitas de su platillo, haciendo zigzag, escondiéndose, apareciendo, enseñando ahora lucecitas verdes, ahora lucecitas rojas y desapareciendo como unos verdaderos gilipollas; es decir, partícipes de la civilización de Zapatero, de
Nota.- La foto de arriba corresponde a una civilización extraterrestre en la que las relaciones sexuales son de otra manera.