Antonio F. Marín: Sometimes...strangers in the night

21 de noviembre de 2006

Sometimes...strangers in the night


Una chica de Murcia me ha dejado unos comentarios en el blog muy divertidos que me han llevado a curiosear en el suyo y a reseñarlo aquí porque tiene sentido del humor y se ríe de ella misma, lo que denota que es inteligente. No sé nada de ella excepto que tiene 25 añitos, que ha terminado Derecho y que está preparando unas tediosas oposiciones (si son a notario o registrador de la propiedad me enamoró de ti y te llevo al altar o a donde tú quieras).  "Sometimes...strangers in the night" (así se titula el blog), se cree extravagante porque no le gustan los gimnasios, los camping y porque no tiene coche. A mí tampoco me gustan y no soy “raro”, si exceptuamos mi tendencia fetichista por los zapatos de alto tacón, los corsés, teddys, bodys, dress, bustier, tangas, bodystocking, rejillas, medias con costura y
talón, etcétera, etcétera (como en la foto de arriba, ya digo). Sí, qué pasa: los hay más raros aún que le pegan fuego al bosque y todo.

Pero para “raro” un servidor, ya digo, que no he tenido suerte en la vida porque nada más nacer me tropecé con un hijo de puta que se empecinaba en darme azotes en el culo hasta hacerme llorar. Luego crecí, porque todos los niños crecen para llegar a la caja de los dulces, pero yo crecí porque no sabía hacer otra cosa y porque crecer satisface mucho a los mayores que dejan de preocuparse por tu intenso amor hacia las cerillas.

  Luego, dicen que te quieren, pero ya de primeras te quitan lo mejorcito y te abandonan en el colegio con unos salvajes que babean y luchan por quitarte el bocadillo. Y allí te haces fuerte. Aprendes en seguida que el más fuerte y el más listo es el que merienda. Luego los mayores se apuntan al festival y te lo prohíben todo, absolutamente todo, coartando tu iniciativa y creándote traumas innecesarios al cercenar tu creatividad artística. A saber:
- A las niñas no se les sube la falda (te coartan la investigación periodística de querer saber más y averiguarlo todo).
- Los bomberos son los únicos capacitados para apagar el fuego con la manguera y el de la cocina aunque es fuego, no es fuego (no se aclaran)
- La teta sólo se le da a los niños muy pequeños.
- Los cuadros en la pared han de estar rectos.
- El calentador de agua no es un cohete espacial al que se le puede poner una mecha.
- No existe el Campeonato del Mundo de Meados.
- Los polvos del maquillaje de la mamá no hacen magia.
- Para usar la plancha hay que quitarse primero la ropa.
- Y las medias de rejilla no sirven para pescar ranas.
Es decir, que uno sufre un trauma al nacer (según Sigmund Freud), un trauma al vivir y al casarse necesita volver al útero de una notario o registradora de la propiedad. A lo menos.

Mobusi