Se habían reunido para celebrar el cumpleaños de una de ellas o el compromiso de una de ella o el divorcio de una de ellas o algo de este trascendente jaez, pero cuando terminaron con las bebidas se plantearon qué hacer: o bien una tesis sobre la obra de Schopenhauer o enseñar el culo. Y optaron por enseñar el culo porque es sabido que las diablas cuando no tienen nada que hacer, con el culo matan moscas.