Antonio F. Marín: Upskirt con bragas y tontos con megáfono

11 de septiembre de 2007

Upskirt con bragas y tontos con megáfono

Este año en la feria de Cieza, mi pueblo, el juguete más novedoso que nos trajeron consistía un megáfono a pilas que, como es natural, fue una gozada para todos aquellos que no tienen nada que decir, porque el que tiene algo que decir no lo dice y menos por un megáfono. El problema en si no es el megáfono, qué va, porque si Oscar Wilde hubiera dispuesto de uno habría sido una delicia. La cuestión, el despiporre y la hecatombe surge cuando el megáfono cae en manos de un tonto. Un peligro. Un juguete barato, a pilas y al alcance de cualquier tonto, es un peligro. Yo creo que a los megáfonos les deberían pedir la misma licencia que a las armas. O más estricta aún. Si para las armas se piden certificados de penales y test psicotécnicos, para los megáfonos se deberían pedir test de inteligencia superior. Pero mi mayor temor no era que el megáfono lo vendieran a todo el mundo, sino que semejante artefacto cayera en manos de algún vecino, porque si naciste para martillo del cielo te caen los clavos y si eres un pobre desgraciado, te cae encima un vecino tonto con megáfono. Y me ha caído. Llevo más de una semana cagándome en sus muertos, pero no me hace caso. Un niño repelente que es vecino y armado de un megáfono. ¿Se puede pedir más? ¿No podrían haberle comprado al niño una cámara para que se entretenga haciendo fotos como la de arriba? Un suponer.

Safe Creative #0906164031129

Mobusi