Es surrealista ver programas de televisión con calabazas en las mesas y a los niños por las calles de Cieza vestidos de brujas y momias para festejar un fiestorro que sólo conocen por las películas y que proviene de un país que está a miles de kilómetros. También he visto a mujeres vestidas de noche para acudir a una boda a las 11 de la mañana. Surrealista. Y también he visto a los sietemachos de Rubalcaba y Pepiño Blanco asomando la navaja por los medios, muy encocorados y bravucones después de haberse quedado sin su guerra de Irak tras la sentencia del 11M ya que los terroristas que ellos detuvieron para relacionar el 11M con la guerra han sido absueltos (todos los condenados los detuvo el PP, todos los absueltos los detuvo el PSOE). Y se han quedado a dos velas, sin su slogan de campaña electoral, sin su juguete para manipular y seguir mintiendo a los españoles o
amenazando chulos, flamencos y furiosos a todos aquellos que no piensan como ellos.
amenazando chulos, flamencos y furiosos a todos aquellos que no piensan como ellos.