Crispación electoral y tacones altos

Rodríguez Zapatero le dijo el otro día a Gabilondo que les conviene que haya tensión, que les interesa que haya crispación, porque en condiciones de normalidad democrática, sin atentados, presuntos golpes de Estado, agitación callejera, etc, etc, puede que no ganen. Quieren tensión y crispación, según los dictados del republicanismo cívico y la democracia deliberativa, ya se sabe, que siembra la crispación y acusa a los demás de ella.

Hace años que escribí aquí que este tío era capaz de vender a su madre con tal de seguir aferrado a la poltrona y ahora es capaz de sembrar el odio pues como españolito castizo que le da gustirrinin la gorra de plato, perpetra cualquier infamia con tal de seguir con el bastón de mando. Y de esa crispación también se encargan sus folclóricas llamando imbéciles a los que no piensan como ellos, sino se entretienen en arreglar su piso a costa del contribuyente. Luego les dices que
son nuevos ricos cursiprogres que pasan por finos y se encocoran, pero el ministro Bermejo se ha gastado en un ático lo que cuesta un piso a cualquier menda lerenda.

Y ahora se explica uno porque las folclóricas de Zapatero llaman imbécil al que no piensa como ellos, pues desde luego somos imbéciles al pagarle al señor Bermejo el arreglito, la monada y los lacitos que le hagan gozar en su fastuosa estancia. Para dar ejemplo a los españoles, porque a estos tíos/tías les das un jarrón y te lo alicatan. Les gusta derrochar el dinero de los demás en gastos suntuarios que no tienen porqué hacerse.

Hablar sobre esto es antipatriótico, según nuestro prohombre del Tinell, así que cambiemos de tema para que no nos llamen crispadores porque he leído que María Cerruto, una uróloga de la Universidad de Verona, ha llegado a la conclusión de que el uso de los tacones altos (estilettos los llaman por allí), mejora la vida sexual de las mujeres. Y me lo creo, es cierto, porque cuando uno ve unos tacones finos y altos se me pone de aquella manera y empiezan a hervir las meninges y otras partes menos intelectuales. Y es que la mujer con tacones altos parece muchísimo más atractiva (incluidas tu novia y mujer, por qué no).