Esta noche los españoles se arrimaran a la televisión para averiguar a quién van a votar porque se conoce que hay algunos que para elegir entre un médico u otro, necesitan un debate entre ellos. Uno tiene otros compromisos a esa hora, lo siento. Otra vez será. Yo ya sé a quién no voy a votar y no tengo dudas, ni necesito saber quién va a ganar el debate para decidir quién me receta o quién me prohíbe que no fume, digo, que no folle.
Los debates no son síntoma de una sana democracia, sino de analfabetismo, de vendedores de crecepelo y de charlatanes. Si han estado cuatro años debatiendo en el Parlamento, por qué es imprescindible que debatan ahora en una Academia de Televisión con cronometradores de la Federación de Baloncesto. Sólo les ha faltado que el agua se la
suba un ciclista "aguador" de la Vuelta a España y que el moderador sea un árbitro de la Federación de Tenis. "Silencio, por favor: Zapatero al servicio; Rajoy al resto ". Suena a cachondeo o a deficiencia mental. Más bien a esto último.
En cualquier caso el debate no será como el de la foto de arriba en el que creo que Sofía Loren (o lo parece), mira las tetas de la que está al lado con una cara de gula o de sana envidia, que todavía no lo sé. No sé si se piensa "te comería y lamería esas hermosas tetas hasta la última gota". O bien; "ya quisiera yo tener esas tetas".
Aunque no parece que sea Sofía Loren (los labios incitan al engaño) porque ella también tenía unas buenas tetas, creo recordar. En cualquier caso la foto es de los años 50 y demuestra que en aquella época el erotismo era más fino y sutil que ahora que las tías te lo enseñan todo y no te dicen nada porque entre otras cosas les falta la sutileza para provocar sin quererlo. En aquella época los "upskirt" y el "downblouse" era más excitante por verosímiles.
