El Oscar a Javier Barden es "un triunfo de izquierdas, según el casposo antiamericano Gaspar Llamazares, pero el premio lo ha dado "la meca" del cine americano que tanto odia y nuestro "comprometido de izquierdas" lo ha recogido lamerón y complaciente porque le falta la dignidad, la gallardía y las buenas maneras de Woody Allen, por ejemplo, que siendo americano lo rechazó y no fue a recogerlo. Los antiamericanos pierden el culo por recoger el Oscar, mientras los americanos lo rehúsan.
España. Yo no tengo nada que ver con él, con su premio, ni con su España. Un tipejo que se ha dedicado a sembrar el odio, en compañía de mamá Dalton, no puede venir ahora en plan angelito psicópata. Por mí como si lo operan de almorranas.
Prefiero a Brook Busey-Hunt (aunque firma como Diablo Cody), que ha escrito el guión de la película Juno que también se ha llevado un Oscar. Y además es morenaza, con ojos verdes y ha sido stripper. ¿Se puede pedir más? Creo que me voy a enamorar otra vez. No escarmiento. De ella, claro, que del otro pollo mejor no hablar porque el papel de psicópata de Bardén me da mucha risa pues los psicópatas por correspondencia, como Dexter, me hacen mucha gracia desde que descubrí cuando era pequeño que el tío del saco son los papás.