El ministro de Sanidad ha dejado momentáneamente de alabar lamerón y lisonjero a su señor, Rodríguez Zapatero (pidiendo para él el premio Nobel), y se ha empleado en catalogar las tallas de las mujeres llegando a la conclusión de que son de tres tipos: cilindro, diábolo y campana.
Después de rematar esta conclusión suponemos que se habrá sentado a descansar y se habrá puesto un braguero. Porque tras su exhaustivo estudio han averiguado que "Cilindro" son las que son un tonel, es decir, que miden igual en pecho, cintura y caderas. "Diábolo" son las tías buenas que miden igual en tetas y caderas y se estrechan en la cintura, y "campana" las maduras que tienen el culo más ancho que la cintura y el pecho.
Después de rematar esta conclusión suponemos que se habrá sentado a descansar y se habrá puesto un braguero. Porque tras su exhaustivo estudio han averiguado que "Cilindro" son las que son un tonel, es decir, que miden igual en pecho, cintura y caderas. "Diábolo" son las tías buenas que miden igual en tetas y caderas y se estrechan en la cintura, y "campana" las maduras que tienen el culo más ancho que la cintura y el pecho.
No sé si habrán recurrido a la NASA pero las conclusiones son de una altura estelar. Y suponemos que ahora, tras tan trascendental descubrimiento, seguirá trabajando para que su amo, Rodríguez Zapatero, consiga el Nobel que se merece. Aunque después de las tallas y del premio Nobel, el ministro podría dedicarse un rato a conseguir que
los pacientes tengan más de 5 minutos en las consultas, por ejemplo, y que no sean tratados como un documento que se sella y se despacha a machamartillo como un expediente más.
los pacientes tengan más de 5 minutos en las consultas, por ejemplo, y que no sean tratados como un documento que se sella y se despacha a machamartillo como un expediente más.