Antonio F. Marín: Zapatero no sabe qué hacer

7 de febrero de 2008

Zapatero no sabe qué hacer

El día que se ha conocido que el paro ha batido marcas históricas, los informativos de la Sexta han abierto con las agresiones a los árbitros. Y anoche el programa "59 segundos" realizó un monográfico sobre la censura a los obispos pues parece que no pueden hablar si tener el permiso de Zapatero y la cursiprogresía sectaria. Periodismo de altura, ya se sabe, porque el manso siempre tira para el redil y el sumiso necesita como el hambre la severidad del amo.
No existe paro. Ni la bolsa cae, ni la confianza de los consumidores está bajo mínimos, ni los precios dejan de subir, ni lo salarios caen a niveles de hace diez años. El problemas son las agresiones a los árbitros y la libertad de expresión de los obispos. No me extraña, porque Rodríguez Zapatero mintió al negar que
negociaba con ETA y aquí no pasa nada, pelillos a la mar, porque él y su panda, sólo se entrevistaba con los asesinos "para saber a qué atenerse".
Quiere decirse que le matan a dos ciudadanos y no sabe a qué atenerse, de qué va la película, y entonces se pone ante el espejo, se estruja el magín y se dice: Un cenizo creerá que son vulgares asesinatos, pero las cosas no son blancas o negras, yo soy un talentoso justiciero y voy a preguntarle a los asesinos qué han querido decir con la bomba y con los asesinatos, de qué van y cuál es su rollo. Eso es lo que hay que hacer. Y lo hace. Nos gobierna un genio y nosotros sin saberlo porque somos unos cenizos.
Y no me extraña, ya digo, porque hace poco dijo nuestro diletante prohombre del Tinell: "Os aseguro que mañana estaréis conmigo en el paraíso, digo, "os aseguro que estaré con los débiles y sabré frenar a los poderosos". Eso proclamó nuestro nuevo Jesucristo en el Monte de los Olivos, digo, en un mitin de su partido en Granada, porque Rodríguez Zapatero quizás se refería a los débiles enfermos de cáncer a los que humilló en un video. Y cuando menta a los poderosos se referirá a los banqueros que con él se han forrado más que nunca mientras los españoles se ven agobiados por la hipoteca y por la pérdida del poder adquisitivo. No importa, porque por otro lado hay que considerar datos muy positivos pues el número de ricos ha aumentado un 6%, y las empresas ganan más de un 30%.
Pero los salarios suben sólo un 2,9%. Un raquítico 2,9% cuando ha subido la luz, el butano, el agua, el gas y los alimentos básicos tanto para ricos como para pobres, igual para todos, aunque unos podrán pagarlo y otros no. Pero eso es la igualdad de la izquierda casposa, reaccionaria y machista del "himen reparado" y de las mujeres de "primera mano" (según El País). Para nuestros cursiprogres la igualdad es que todos paguen lo mismo por el caviar, sin discriminación alguna.

Mobusi