pero en "maestro ciruela"
yo me pido…,
yo me pido…,
una izquierda que no sea tan castiza e integrista, ni casposa comecuras. Una izquierda que no sea tan sectaria como para aprobar una Ley de la Memoria Histórica que permite desenterrar los muertos de un bando, pero que remolonea cuando se encuentran los muertos de los demás como ha ocurrido en Alcalá de Henares donde parece que se esconden los restos de los asesinatos en el bando republicanos, incluidos los propios, pues todo parece que allí están los de Andreu Nin. Cuando se aprobó la ley dijimos que era cuando menos sectaria, y al final el tiempo nos ha dado la razón. Andreu Nin, un trotskista que renegaba de Stalin, fue asesinado por el sectarismo y la sinrazón de la misma izquierda, de los suyos, de sus propios camaradas. España mismita sin ir más lejos; España pura en su esencia y al alioli. Es decir, paleta y ciruela como Rodolfo Peces Chikilicuatre.