Son pechitos y en downblouse, o sea, en perspectiva vertical donde se admira un segundo de erotismo que dura todo una eternidad. El segundo más largo del mundo en un "downblouse" bien hecho y cuando se sabe hacerlo claro, como ocurre con el "upskirt" cuando es canónigo, como Dios manda, porque con motivo del Festival de Cine de Cannes hemos visto algunos upskirt horrorosos (incluido el de Sharon Stone), porque o bien estas titis no saben que, desde Marilyn, el upskirt siempre es con bragas o porque tiene un chichi tan feo y lúgubre que da
grima verlo. Pero se pasean por Cannes o Montecarlo provocando ordinarias para llamar la atención y cazar algún ingenuo con posibles y yate con patrón alquilado.
Y es que para ser una buena desvergonzada hay que tener mucha vergüenza. Pero a ellas les falta clase y estilo, y eso no se compra con la Visa, ni te lo da un cursi apartamento con piscina. Cuánto daño ha hecho en nuestras chicas Richar Gere y su puta trepa y promocionera de "Pretty woman". Algunas sueñan con un Paco el Pocero, con título nobiliario, que las rescate de sus complejos y sus mediocres vidas. Pero volviendo a Cannes, hay que insistir en que cuando se tiene un chichi feo y lóbrego hay que esconderlo, insisto, porque para ser una buena desvergonzada hay que tener mucha vergüenza.