La fragata española que vigilaba al pesquero secuestrado recibió órdenes de no detener a los delincuentes cuando huían con el botín y ya habían dejado libre a la tripulación. Eso ha publicado el el diario ABC e inmediatamente se me ha venido a las mientes el hecho de que el ministerio de Defensa este regentado por una mujer, por Carmen Chacón. Pero no; ella no tiene nada que ver con la bajeza porque recibe órdenes de nuestro "afrancesado" Zapatero, de nuestro sumiso consentidor que gusta de prosternase ante los terroristas y bandidos que asesinan y secuestran españoles.
Y es que nuestro prohombre confunde lo público con lo privado porque se conoce que no sabe que se debe y puede ser "sumiso consentidor" en lo privado, si te va esa marcha (muy legítima por otro lado), pero no debes serlo
cuando representas a 40 millones de españoles porque no todos son de tu condición, no todos sienten placer con la humillación, no todos experimentan gustirrinín con la indignidad, el sometimiento y la deshonra.
Esas tendencias hay que dejarlas para la vida privada y procurar mantener en la vida pública una cierta compostura acorde con el cargo y la representación de todos los españoles y no sólo de los sumisos consentidores. Tal y como hicieron los francés, que cuando tuvieron a los rehenes a salvo tras pagar el rescate, fueron a por ellos, detuvieron a unos cuantos piratas y recuperaron el botín.
Pero los "afrancesados" españoles que admiran la ilustración que nos traía el dictador Napoleón (eso dicen, aunque las mujeres no pudieran votar), no se han comportado como "afrancesados", sino como españoles de baja estofa; como cobardes que no sólo pagan la pasta del chantaje, sino que se niegan a detener a los secuestradores cuando huían pese a que no había peligro y se podía ir a por ellos. Y luego se extrañan nuestros consentidores de que algunos españoles se nieguen a que sus hijos sean educados en Educación para la Sumisión. No lo comprenden, y ahora me lo explico, porque piensa el sumiso consentidor que todos son de su condición.