La presidenta del Tribunal Constitucional, la más alta instancia judicial de este país, asesoraba a una abogado particular sobre un asunto que la concernía y aquí no pasa nada, porque la mujer del César es un putón verbenero y el César un mirón contemplativo, o sea, pasen y entren en Zapaterolandia donde los elefantes se columpian en lo alto de una rama.
Como en Pepelandia, reducto de la la oposición que debería vigilar estos tejemanejes y chanchullos, y donde también se columpian en lo alto de la rama, los elefantes, digo, con ese rifirrafe, fuego cruzado y tiro a pichón que se traen los del partido de la oposición, que no tiene nada que ver con la ideología, la reflexión postelectoral o el intercambio de cromos o ideas porque todo consiste en que los que hace bien
poco apoyaban a Rajoy ya no lo creen capaz.
Yo no lo creía capacitado seis meses antes de las elecciones, lo dejé escrito cuando procedía, pero algunos poderes mediáticos desprecian ahora lo que ayer apoyaban, y me parecen ridículos en su afán por cargarse a Rajoy y poner a alguien de su cuadra. Tan grotesco o más que los cursiprogres que ahora ven en Rajoy el no va más de la derecha civilizada porque "se ha centrado", al gusto de ellos, y nada por aquí, nada por allá, abracadabra, plis, plas, ante ustedes: !la nueva derecha civilizada! que tanto gusta y apoya la izquierda mediática porque les trae cuenta, claro. Tontos no son. Es un chollo.
Porque Rajoy fue cuatro veces ministro de Aznar, fue vicepresidente del Gobierno de Aznar, fue elegido a dedo por Aznar y fue el candidato de Aznar que ha perdido dos elecciones, desde el poder y desde la oposición, porque ya sólo le falta que las pierda bajo del agua, pero sin embargo ahora es la "derecha moderna y civilizada" que reclaman nuestros cursiprogres porque en este país de cantimpalo las credenciales de demócratas la dan los ex franquistas como Juan Luis Cebrián o Antoñita Gala.
