Antonio F. Marín: La española cuando folla, es que folla de verdad

24 de julio de 2008

La española cuando folla, es que folla de verdad

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado que un ciudadano español "no ha tenido un juicio justo e imparcial". Casi nada, una minucica para echarse a temblar, esconderse debajo de la cama y empuñar la escopeta por si acaso, por lo que pueda pasar, porque esto da miedo, mucho miedo, y nos pone en guardia sobre el asco de país en el que vivimos.

Mucho asco, porque si en un presunto país democrático no puedes tener un juicio justo e imparcial porque unos perullos nuevos ricos como Polanco, Cebrián, su mafia y sus lameculos como Juan José Millas, tiene mediatizados a los jueces y
la justicia no es igual para unos que para otros, apaga y vámonos que ya está la misa dicha porque la democracia es una filfa, una piltrafa, o sea, cosa de caciques y sus lameculos que se compran partidos, gobiernos y jueces.

No importa, porque podemos entretenernos y presumir de otras hazañas pues la mujer española es la más lanzada del mundo, según nos cuentan en una información de ADN. "España es el país donde es más fácil ligar e irse a la cama después de conocerse", añaden sin rubor. Si lo sabré yo que me las tengo que quitar de encima a manotazos de lo lanzadas que son.

Una barbaridad. Un horror.
Me esperan todos los días en la puerta de mi casa con las bragas en la mano y ya no sé qué hacer para hacerles comprender que uno es un chico tímido que no folla ni en la primera, ni en la segunda, ni en la tercera cita. Que no folla, vamos, porque espero a la mujer de mis sueños para entregarle a ella mi virtud. Exclusivamente a ella.

Pero no hay manera, porque las españolas son tan "lanzadas" que no respetan nada, te acosan, te persiguen por la calle con una ristra de condones en la mano y no paran de requerirte para que las folles. Una exageración lo de las españolas y yo creo que deberían de ser más comedidas. O se lo voy a tener que decir a sus mamás. Y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Mobusi