28 de diciembre de 2008
Quitarse las bragas (y las caretas)
Israel es la única democracia en Oriente Medio, es cierto, pero si bombardean Gaza y matan a 282 palestinos no parece que la ejerzan. "Es como el que tiene una vaca que sabe latín, pero no lo pronuncia", que me decían a mí en el colegio al darme las notas. Tendrán una democracia, o quizás un atisbo de ella o quizás una pantomima, pero de democracia formal andan ayunos porque ese comportamiento de bárbaros, aunque sea en defensa propia, los asemeja a la mayor
de las tiranías: la sinrazón de matar terroristas a cañonazos. Como si bombardeáramos las sedes de Batasuna en el País Vasco cuando ellos asesinan.
Es una salvajada sin matices (aunque sea en respuesta a un ataque previo), que "sólo conduce al odio y aleja las posibilidades de paz", según ha denunciado el Vaticano. Muy cierto y soy cómplice de los curas, lo reconozco, porque no se explica como esta tragedia se puede producir hoy en día y que aún continúe al tercer día de haber empezado, por mucho que la ONU haya expresado su más enérgica repulsa y demás bla, bla, bla al uso.
Aunque no debería de extrañarnos, bragas y caretas fuera, porque también existen otras vergüenzas que no reciben los titulares pirotécnicos de primera plana, como la muerte, el hambre y la miseria de países como Zimbabue donde el dictador Mugabe ha llevado a la población a un infierno de muertos de hambre, cólera y SIDA (hasta en los niños), sin que nadie se preocupe por ellos, ni la ONU y su Comisión de Derechos Humanos, integrada por Cuba, China y Egipto, para dar ejemplo. Nadie se manifiesta ante la embajada.
Nadie hace caso a este drama porque a él no se han apuntado los americanos, como tampoco nadie hace caso a la miseria que rodea nuestras ciudades, a unos pocos metros de nuestras casas, porque los vigías de la intelectualidad cursiprogre y millonaria, andan preocupados por el rodaje de peliculas como los "Los girasoles tuertos" para denunciar la miseria de posguerra, sin reparar en que ahorita mismo los ciudadanos libres buscan por los contenedores de basura comida caducada.
Les gusta más regodearse tragones con el hambre y la miseria de la posguerra que con la de la propia esquina pues se conoce que les sabe mejor paladear la desgracia de hace 70 años que la que hiede ahí mismito, mientras gobiernan presuntos partidos de izquierdas. Es mejor volver al pasado, a hace 70 años cuando no gobernaban los nuestros, los que nos pagan y a los que les lamemos el culo en justa correspondencia. Porque somos justos y ya sabemos que de buen nacidos es ser agradecidos. Y lamerones.