Dice que es “frágil, valiente y guarra”. Eso escribe en su blog Galia Bóveda; una lolita que acabo de descubrir para regocijo del alma, aunque no es la de la foto, lo advierto. “Soy princesa, lolita y muy guarra”, añade con desperpajo, aunque lo de “guarra” lo dice por su ardor erótico y no por otras definiciones lingüísticas. Pero es una lolita muy zorra y a Dios gracias.
Una princesa que escribe cosas como esta:
“Él nunca había sentido en la vida el placer de saborear en su boca el coño de una lolita como yo. Ni de clavársela por el culo sin piedad a una aparente frágil princesita. Ni de penetrar profundamente a una multiorgásmica tan experimentada. Ni de disfrutar de las mejores mamadas que nadie le ha hecho nunca. Ni de llenar de leche todo el cuerpo de una muñequita de
porcelana. Su polla es bastante grande y con unos huevos enormes que no me caben en la boca. Con una leche dulcísima que siempre trago con cara de putita. Lo reconozco, me encanta ser su zorra a tiempo parcial”.
Y a mí me encanta ella. Es lo que tiene ser soltero y sin compromiso: que te vuelves muy enamoradizo. Me lo han dicho siempre todas mis ex suegras.
Una princesa que escribe cosas como esta:
“Él nunca había sentido en la vida el placer de saborear en su boca el coño de una lolita como yo. Ni de clavársela por el culo sin piedad a una aparente frágil princesita. Ni de penetrar profundamente a una multiorgásmica tan experimentada. Ni de disfrutar de las mejores mamadas que nadie le ha hecho nunca. Ni de llenar de leche todo el cuerpo de una muñequita de
porcelana. Su polla es bastante grande y con unos huevos enormes que no me caben en la boca. Con una leche dulcísima que siempre trago con cara de putita. Lo reconozco, me encanta ser su zorra a tiempo parcial”.
Y a mí me encanta ella. Es lo que tiene ser soltero y sin compromiso: que te vuelves muy enamoradizo. Me lo han dicho siempre todas mis ex suegras.