La ministra flamencóloga de la cosa, la niña de los miembros y las miembras, es decir, la excelsa ministra que ha demostrado que, efectivamente, los hombres y las mujeres son iguales (de estúpidos), ha declarado que la Iglesia puede decir qué es pecado, pero no lo que es delito.
Vamos a ver, prenda, si te pongo ejemplos como a los niños, a los tontos y a los políticos para que lo entiendas: La esclavitud en el Imperio Romano no era delito y los cristianos se opusieron a ella porque creían que era pecado. No era delito, pero sí era pecado. Ahora es pecado y delito.
En ese mismo Imperio el padre era dueño de los niños y podían venderlos como esclavos e incluso matarlos. No sólo que podían abortar, sino venderlos ya nacidos como esclavos porque ellas parían y ellas decidían. Era legal, no era delito, pero sí pecado. Ahora es pecado y
delito. ¿Lo pillas o sigo con ejemplos?...Pues sigo: Hacer lo que hace la chica de la foto de arriba no es pecado, pero sí que es delito. Contra la seguridad en el tráfico, para más señas. Para que veas que hay cosas que no son pecado, pero si delito y viceversa.
Mañana más.