Berlusconi es un cretino hipócrita que nunca me ha caído bien, pero me caen peor las Damas de la Decencia Cursiprogre y de la izquierda casposa y castiza de El País, que de diario sectario ha pasado directamente al amarillismo sensacionalista sin apeaderos previos.
No sé qué habrán dicho en Telecinco, su cadena amiga, pero supongo que habrán censurado las fotos. La FAPE (controlada por El País a través de la socialista
Magis Iglesias) ha alabado el trabajo sucio amarillista del Boletín Oficial Cusirprogre y si sus lectores no se quejan al Defensor del Lector, será porque son indpendientes para comprar la mierda en el mercado libre, que para eso nos sirve el capitalismo salvaje.
Tampoco sé si el Papa se habrá escandalizado, cosa extraña, pero sí lo han hecho estas Damas Cursipogres de la Decencia y las Buenas Costumbres que quieren prohibir que te despelotes en tu casa y folles con jovencitas, cuando estás libre y divorciado, como es el caso del hipócrita de Berlusconi, porque se conoce que lo que les mola es que vuelvan las querindongas recatadas franquistas a las que se les ponía un estanco y se las trataba con discreción, es decir, en el anoninato y en el pisito decente.
Así que la "bodeguilla" de Berlusconi no es más que una horterada muy propia de todos los políticos, ya sea el del Falcón Zapatero español o el del falcón italiano de Berlusconi que suponemos que también puede argumentar que el uso de aviones del Estado es para garantizar seguridad de sus ilustres invitados. Felipe se llevaba a su bodeguilla oficial a Ramoncín y Berlusconi se lleva a las lolitas a su casa privada. Prefiero los invitados de Berlusconi.
Así que a estas Damas Cursiprogres de la Liga de la Decencia que acampan por el El País, le dedicamos esta foto de una lolita de 19 años con el coño al aire, para que aprendan y sepan en qué consiste un ferrete, cernacho, pámpano, cicamacho, tonto, maravedí o coño, mayormente, ya que por lo visto ellos están acostumbrados a bollos revenidos de sabor rancio y pollas flácidas de cincuentones repugnantes. Y progres.