Antonio F. Marín: Prensa de calidad y los trompeteros del Apocalipsis

26 de junio de 2009

Prensa de calidad y los trompeteros del Apocalipsis

El tesorero del PP sigue si dimitir y suponemos que espera a que le pongan el traje de rayas, es un decir, porque Rajoy no se atreve a defenestrarlo vaya usted a saber por qué o precisamente porque sabe demasiado. Pero lo dimitirán, días y ollas, como también cesarán, para arriba, a Chaves y al director del CNI que mismamente huelen a podrido y colocan a hijas y sobrinas como en los mejores tiempos de Larra (hace dos siglos).

Una premonición, como tantas otras porque recuérdese que nos llamaron "trompeteros del Apocalipsis" y "apóstoles del miedo", ayer mismo, es decir, hace dos años, cuando la economía española jugaba en la Champions Ligue y éramos "patriotas de hojalata" por verlas venir. Cenizos, agoreros, etc, etc, aunque ahora podemos confirmar que no somos la hostia bendita de la Chanmpions, sino unos tiñosos

desarrapados que en cuanto Europa estornuda, nosotros cogemos la tisis y no tenemos dinero ni para las rebajas.

Tísicos, pero relamidos que nos permitimos dar lecciones de ética y periodismo, como el consigliere cursiprogre, Iñaki Gabilondo, que ha despotricado, como siempre, anunciándonos que "Internet abre un camino a la insolvencia y a la intoxicación". Puede. Quizás. Es posible, pero nadie en Internet se ha jactado de tener información de calidad, como sí hace El País que, por cierto, ha sido tachado de insolvente e intoxicador por su propia Defensora del Lector al publicar una información sobre la eutanasia que era mentira. Falsa.

Internet no sale gratis, pero la "prensa de calidad" nos cuesta mucho porque aparte de pagar 1,20 euros, tienes que invertir una fortuna en llamadas por teléfono para contrastar todas las noticias que publican, las de eutanasias reivindicativas que en realidad son cuidados paliativos, y muertes ante la cámara que no lo son. Y te sale muy cara. No das abasto para pagar tanta prensa de calidad insolvente e intoxicadora.

Mobusi