Antonio F. Marín: El teatro Capitol de Cieza y la demagogia

27 de octubre de 2009

El teatro Capitol de Cieza y la demagogia

A uno le sorprende los «buenos recuerdos» que tienen algunos del derruido Cine Capitol de Cieza. Serán los que se sentaban en las primeras filas, porque los que nos acomodábamos en las últimas nos solían echar de muy malas maneras. Y con los pantalones bajados y las bragas en la mano. Así que 30 años después te enteras de que había gente que iba al cine a ver películas. Tiene que haber gente pa’ to’, que le replicó el toreo El Gallo al filósofo Ortega y Gasset. Lo que es la vida. ¿Buenos recuerdos?... Pues depende, porque parece que todo es según el cristal de la linterna con la que te miran.

Y es que todo es muy relativo, verdad usted, porque ya sabemos que no había 50 policías esperando en la Venta del Olivo a que se construyera la comisaría de Policía, como se nos prometió por parte del Gobierno. Y además parece que esa minucia no tiene importancia porque IU, por ejemplo, no la cree

necesaria y prefiere ampliar el cuartel de la Guardia Civil y que se aumente su plantilla.

No sabemos de dónde vendrá ese cariñoso apego por la Guardia Civil, por el «verde que te quiero verde» (Lorca), pero es enternecedor. Los comunistas pirrándose por la Guardia Civil. Qué mono. Qué tierno. Tiene uno la fantasía de ver a un comunista morreándose con un sargento de guardia (con tricornio), mientras se oye “mi jaca galopa y corta el viento, cuando pasa por el puerto, caminito de Jerez”. Me pone a mil. Es lo que tiene disfrutar de una mente enferma.

Porque verde que te quiero verde (otra vez Lorca), es como pretenden colorear al poeta rescatándolo de la tumba en la que fue enterrado tras su cobarde fusilamiento; pero sería más romántico que se incinerara y que sus cenizas volaran al viento mientras un alguien toca una sinfonía con un arpa. Porque habíamos quedado en que los enterramientos son propios de fanáticos religiosos y lo moderno, ilustrado y racional, es decir, lo divino de la muerte es incinerar y tirar las cenizas al mar para que vuelen libres como las gaviotas, etc., etc.

Porque “serán ceniza, más tendrá sentido; polvo serán, más polvo enamorado” (Quevedo), pero un muerto no es polvo porque ya sabemos que pesa como un muerto, aunque ande por el hospital Morales Meseguer donde vivos y muertos están apretujados pues dicen los expertos que se ha quedado pequeño, encorsetado y necesita ser ubicado en otro lugar. Ya hubo un estudio para construir uno nuevo en las afueras pero se ha traspapelado, por la crisis, ya se sabe. Se ratea el dinero para el hospital pero se desparrama para una televisión autonómica o para apadrinar un equipo de Fórmula 1, el Campos Meta, con tres millones de euros anuales (más un crédito de 25).

Esto es demagógico, claro, porque se han construido ya algunos hospitales, pero la demagogia es a veces la caricatura del espanto que exagera los defectos para que queden de relieve; para que veamos que primero hay que invertir en Sanidad (en vez de privatizarla), pagarle a los proveedores o crear las urgencias pediátricas en Cieza. Y ya más después, que Valcárcel se ponga a jugar al Scalextric con los equipos de Formula 1.

(Columna publicada en el semanario El Mirador de Cieza)
Foto: Cieza.es

Mobusi