La mayor parte de los medios ya dan por hecho que la organización filoterrorista Batasuna se presentará a las elecciones, otra vez, porque Zapatero no tiene más motos que vender y sólo le queda el recurso a la paz con los terroristas para salvar la imagen, la jeta e irse por la puerta grande. Nadie se opone a la paz, a acabar con ETA, siempre y cuando se disuelva, entregue las armas y pidan perdón a la víctimas.Y entonces podríamos ser generosos con ellos.
Pero no lo han hecho y si lo hacen será un paripé para que no parezca una derrota, para salir del "conflicto" con la cabeza bien alta y orgullosos de lo que han hecho por Euskalerría. Querrán incluso una medalla que
reconozca sus logros, méritos y su lugar en la historia por su lucha por la independencia, aunque se merezcan una chapa como la de las placas de los chorizos.
Porque a Zapatero le da todo igual. Un tipo que dice que "la tierra es del viento", es capaz de añadir que la sangre de las victimas de ETA son sólo glóbulos rojos. Y luego legalizar a los compinches de los terroristas sin que éstos entreguen las armas como se exigía ya en el viejo Oeste antes de entrar en la cantina.
Aquí no. Aquí los pistoleros matan al bueno y además se llevan a la muchachada de Zapatero al huerto, al río y a la cama. Todo tan previsible, una vez más, como lo que va a ocurrir en la foto cuando la chica pase por delante de los albañiles.
