Antonio F. Marín: Dragó, las lolitas y las máquinas de bragas

3 de noviembre de 2010

Dragó, las lolitas y las máquinas de bragas

El escritor Sánchez Dragó ha dado por zanjada la polémica tras confesar en una entrevista que mantuvo relaciones sexuales con una menor de 13 años. Además ha añadido que no fue sexo, sino carantoñas, etc, etc,.

Y uno no sabe si es cierto o no que se trajinó o jugó con niñas de 13 años, pero si es verdad es un cerdo porque las lolitas empiezan a partir de los 19 años (algunas llegan incluso a los 45), que es cuando tratamos un lolitismo maduro. Esas son de verdad las lolitas, no las crías, incluida la de Nabokov en su afamado libro. A mí la Lolita de Nabokov tampoco me gusta, ni le veo el quid morboso a la cuestión. Una cría de 13 años es una cría, una niña, que sólo puede incitar ternura y protección. Pero nada más.

Aunque es cierto lo que dice Dragó de que en Japón las chicas parecen más jóvenes y precisamente de eso se aprovechan los comic Manga. Nadie de la Policía del Pensamiento progresista

ha levantado la voz para denunciar algunas escenas de estos dibujos con niñas menores incluso de 13 años.

Y hay que considerar, además, que en Japón existen por las calles máquinas expendedoras de bragas usadas y multitud de tiendas y sitios web donde las venden. Una guarrada, por otra parte, porque hay que recordar, una vez más, que el morbo fetichista es adorar las bragas de la mujer que amas y una vez que se ha corrido. Unas bragas limpias que ella se ha puesto para excitarse y dejar el aroma a lavanda de su placer en la tela. Ese es el gozo fetichista. Pero de la mujer que amas, claro.

Como una flor a su perfume,
...estoy atado a tu recuerdo impreciso.
Pablo Neruda

Mobusi