Así que no sé lo que he hecho para que te pongas en plan dominatrix, en plan mistress, en ese plan "yo sé lo que es mejor para ti" que sueles adoptar cuando hago algo que no te gusta. Aunque no sepa lo que he hecho, cariño, que me tienes en ascuas.
¿Qué he hecho?, te has preguntado cuando hemos llegado al cuarto. Nada, no has hecho nada, me has contestado. Y entonces es cuando de verdad he sentido pavor porque cuando no hay motivo es cuando más dura te pones. Y he sentido miedo, y una extraña excitación. Porque estás muy bella cuando te pones así. Pareces una Diosa. Y tú eres consciente de ello porque cuando me has cogido de la entrepierna has sonreído ladina. Mucho.