Antonio F. Marín: Regalo

7 de julio de 2012

Regalo

Amaia Montero nos pide en ‘El regalo más grande’ un obsequio de esos que no se pueden abrir delante de mucha gente. Qué rara es esta chica. ¿Se refiere quizás a un consolador?... No se sabe, pero la canción termina aclarando que el regalo más grande «eres tú». Menos mal, oye, porque me había acomplejado.

Menos mal, digo, porque viene el Gobierno y te sube la luz, el butano y el IVA. Del pan y la sal todavía no tenemos noticias. Y además nos han atornillado el copago farmacéutico como en el resto de Europa, es cierto, pero por allí arriba las pensiones y el salario mínimo suponen el doble: unos 1.461 euros en Irlanda (intervenida) mientras nuestros famélicos 748 euros sólo superan a Eslovaquia o Portugal.

Quizás por eso los ‘valores positivos’ reflejados en el campo por los niños de los jugadores de ‘la roja’, contrastan con el de los periodistas que felicitaron a Rajoy por el éxito del plante (y trapicheo) ante Europa, mientras otros guardadamas alababan

al italiano Monti para ningunear al español. Según. Según la ideología que maman, a ciegas. Son así de suyos.

O nuestros, porque han pescado a miles de ciudadanos que trabajaban y además cobraban el paro y otros tantos mil que andaban empleados en ‘negro’, además de 200.000 trileros con la tarjeta de pensionista. Y no nos extraña porque si la asistenta doméstica del yerno del rey cobraba en dinero negro (confesión ante el juez), pues que el que venga detrás que arree, o sea, que tararí que te vi y que verdes las han segado. «!Yo soy español, español, español!».

Y ciezano, porque Francisco García Alcázar, ‘el lorito’, ha compuesto un memorable himno para conmemorar el año jubilar del Santo Cristo. Él dice que hay que escucharlo varias veces para que se te quede, pero sólo hay que cerrar la ojos y dejarse llevar por la música imaginando al Cristo mecido por las calles de Cieza. Y te entra a la primera.

Si no eres cabezón, claro, porque llega el CCCi y propone cambiar el mercado semanal desde su remota ubicación por la plaza de toros a la Avda. Juan XXXII, que cuenta con amplias aceras, aparcamientos y es más accesible para todos. Una idea sensata que al menos se puede debatir, pero el PP responde al instante con el anuncio de un apañico en el mercado actual que no solventa nada porque tenemos los mismos problemas de aparcamiento y accesibilidad. Siguen el patrón del centro de salud de las Morericas, es decir, ponérselo más difícil a los vecinos y que suban cuestas o que aparquen en la lejanía de la era. O que accedan en canoa por el río, que es corriente abajo.

Y es que algunos políticos funcionan como los niños, los hombres y los tontos, es decir, con psicología inversa. Así que en vez de solicitarles el cambio del mercadillo semanal a un lugar más cómodo y accesible, habría que pedirles que «jamás se instale en la Avda. Juan XXIII». Y el miércoles siguiente te lo han cambiado de sitio. Son así, de niños, que van a recibir el regalo más grande.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.

Mobusi