Antonio F. Marín: Fred Perry y las cuarentonas (27)

24 de julio de 2015

Fred Perry y las cuarentonas (27)

Cuarentona para mojar pan y...
El otro  día llovió y esta mañana parece que va a hacer fresquito. Al menos a esta hora de madrugueo cuando escribo, porque por la tarde y noche el runrún del Paseo no te deja concentrarte. No sé qué haré cuando comiencen los tambores y trompetas, pero puedo subir a la terraza con un rifle y ponerme a disparar como hacen algunos sociópatas americanos.

Ojeo los periódicos en Internet y veo que si antes los ocupaba  Grecia hasta que el Chripas aceptó lo que no quería el pueblo, ahora se empeñan con el presidente catalán. Me refiero a dar por culo. A ser porculero. Hasta que pase y se olvide. Todo pasa.

Yo he visto pasar a un montón de alcaldes de toda laya y estofa y la mayoría están jubilados. Y  yo aquí sigo. Y seguiré. Y seguirán pasando porque lo nuestro es pasar, según Machado y el cantautor catalán. Aunque algunos alcaldes y concejales te hayan amenazado con truenos rayos y centellas. Al final ellos se van y tú te quedas y sigues escribiendo. No son como Saza, que es inmortal, aunque haya muerto.

He abierto el correo, como todos los días, y me he encontrado una oferta de Fred Perry por aquello de las rebajas. El otro día mi estimado Pedro Luis Almela comentaba o hacía hincapié en lo estúpidos que somos los seres humanos. Tiene razón. Porque lo somos. Por ejemplo un cretino seguro servidor que he entrado en las ofertas de rebajas de verano de Fred Perry; la afamada marca de ropa.

¿Camiseta de pijama?
Y digo cretino porque pese a que están de rebajas tienen unos precios prohibitivos, es decir, para imbéciles que gallean de marca, de tarjeta de visita. Y que uno sepa sólo en los Botánicos tienen los árboles tarjetas de visitas, según nos advertía Gómez de la Serna en una de sus greguerías.

Porque además todos los productos son feos de cojones. Feos y caros, pero llevan el logotipo y eso mola cantiduvi, te lo juro que te mueras, entre las chicas de este jaez. Conozco algunas que se compran las camisetas a 3 euros y están para mojar pan. Y otras que no están bien ni con productos de a cuarto y mitad de diamante.

Yo he conocido a algunas pijas pero como necesitaba traductor pasé mucho de ellas. Y además chillaban mucho en la cama, o sea, que fingían muy fuerte, o sea, que  es que paso de ti, tío, o sea, que es que paso..., o sea... que yo no soy una guarriplás cualquiera....  Cierto. Ella era ideal de la muerte, súper, guachy, cari, te lo juro que te mueras, mola mazo, churri, urba, porfa...etc, que ahora dicen pijas y no pijas. 

Pero a lo que iba si es con IVA que no lo es. Resulta pues, o sea, que lo que Fred Perry te ofrece es una mierda y además cara, o sea, te lo juro que te mueras. Yo creía que se trataba de un pijama, pero no. Es un jersey, o sea, que parece  la camiseta de un pijama y sólo cuesta 68,95 IVA incluido. Y está de rebajas. Y sólo queda la talla  L, o sea, que lo han vendido todo a los pijos ideales de la muerte. Pues vale. 

Yo prefiero los tres euros de la camiseta de la cuarentona de la foto de arriba (que está como un queso, por cierto) a todo el montante del pijerío cuellierguido. Lo malo es que la cuarentona es rubia, pero nadie es perfecto. Y le echamos tinte y se acaba el problema. 

(Cieza, Diario de un  dromedario. 24 de julio)

Mobusi