Antonio F. Marín: 50 euros (46)

30 de agosto de 2015

50 euros (46)

«A mi marido sólo le falta dejar 50 euros en la mesilla», confiesa una señora en Hispanidad.com harta de que su Manolo sólo se acuerde de ella para echar un polvo, pues se conoce que se les ha muerto el amor de tanto usarlo (Rocío Jurado).

España también se nos muere de tanto usarla por aquellos que ‘okupan’ Jauja y pueden ‘prometer y prometo’ todo lo que les pide el cuerpo. Ya nos advertía Pessoa que ‘contentarse con lo que le dan a uno es cosa de esclavos. Pedir más es cosa de niños’.

O de tontos rozagantes con su felicidad de ‘no pensar y cultivar el jardín’, según nos recomendaba Voltaire en su ‘Cándido’. O esos babiecas que niegan que España es el país que más crece de Europa, aunque todavía no nos hayamos enterado, pobres diablos.

Así que yo también soy bobo porque no me lo creo, creía, hasta que he sabido que el absentismo laboral ha aumentado con respecto a los años de la crisis, cuando los trabajadores no se escaqueaban del

trabajo por miedo a ser despedidos. Y este dato sí que es fiable porque si los curritos empiezan a hacer novillos en el currele, es que no temen el despido pues la crisis ha pasado. Es un dato infalible que no asimilamos los tontos.

«La peor soledad que existe es el darte cuenta de que la gente es idiota», escribe Torrente Ballester. Cierto. Y en esa soledad me encontraba cuando los de Podemos-IU (IU siempre detrás), se asambleaban y se oponían al nuevo paseo Ribereño porque cuesta mantenerlo. Claro, es que no mantener un lugar público es de marranos. Y si no hay perras bajaros el sueldo, prendas, o tendremos que ir a soplar a coro todos los ciezanos para barrer papeles y hojarascas.

Son las exculpas que empuñan los de Podemos-IU cuando convocan una asamblea a posteriori para decir no, cuando antes habían dicho sí quiero en el pleno. Los ha engañado el PSOE, se excusan (con lo de timo la estampita), pero en realidad sólo es un paripé para justificar ante los votantes que han dicho no, pero sí.

Son muy suyos y ahora arguyen lo mismito que decían cuando se construyó el primero; cuando nos engañaron por t’or’ morro, y quien hace un cesto hace cientos, según decía mi madre.

El proyecto se podría mejorar si la pasarela con guirnaldas y cenefas que está proyectada a sólo 80 metros del puente de Hierro, por ejemplo, se hiciera como la del puente Alambre, a la ciezana, según propuso en una moción mi estimado Vergara del CCCi. Un ahorro de un millón de euros. Pero ni caso.

Y si apesta a corrupción al juzgado pero, oh cielos, no se puede ir con fotocopias de periódico, claro, así que referéndum y democracia directa para que el pueblo decida, aunque se conoce que prima el acojone ante lo que decida éste, como lo había en la República cuando parte de la izquierda le negó el voto a la mujer porque podría ser influenciada por los curas. Referéndum, ya mismo, si hay redaños, que ni haylos ni haberlos.

Es que algunos son tan mezquinos como los que dejan 50 euros en la mesilla de noche de su mujer. Y se olvidan de la propina.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

Mobusi