Antonio F. Marín: Hoy luto (45)

28 de agosto de 2015

Hoy luto (45)

El globo se ha pinchado.  O se ha tirado un pedo y se ha ido corriendo. No sé. Tengo que buscarle un sustituto, aunque ya no será lo mismo. Quizás es que ya me he hecho mayor, he madurado y ya soy hombre. He ido a comprar un sustituto, pero me ha parecido que le ponía los cuernos al otro. Soy así de fiel. Y de imbécil.

Mi globo es mi globo. Me lo dio un niño una noche y todavía no sé por qué. Pero no sé dónde comprarme otro porque hace tanto tiempo que no soy niño que ni me acuerdo. Voy a prepararme un café y a fumarme mi primer cigarro.

Ya está. Son las 05.47 porque me despierto sin reloj, no tengo despertador, pues estoy acostumbrado a programarme para entrar de guardia en la Marina. Y salir y echarte el en el coy para dormir. Y duermes aunque los motores hagan un ruido ensordecedor y el barco se mueva tanto que das botes. Esta madrugada no hay nadie ni pasa ningún  borracho que va de recogida. Deben de estar afilando los dientes para el día de hoy, que es lo del Hueso. Me da igual. No voy a salir. Me aburro,  siempre es lo mismo, la misma gente, las mismas horas, los mismos caminos.  Antes salía por si

veía a cierta persona, pero ahora ya ni eso.

Probablemente no saldré hasta el 12 de febrero y aprovecharé el tiempo para avanzar en mi novela. Ya tengo claros algunos protagonistas y la línea argumental. Tengo al camarero de enfrente y a la chica platónica de la biblioteca como personajes fijos. He estado hojeando los dos libros de García Márquez y Nabokov y la verdad es que me han defraudado. El de Nabok lo leí cuando joven y ahora veo que lo tenía sobrevalorado. Y el de García Márquez no lo había leído porque es más reciente. Nada del otro mundo.

La trama va sobre ...el ser humano, como siempre. Tengo empezados dos y creo que voy a volver al primero. Tengo todo el tiempo del mundo para escribirlo pero es que además los personajes fijos como la chica y el camarero encajan mejor en el de La muerte pisa mi sombra. Lo que ocurre es que una historia de amor platónico entre un viejo y una cría  creo que ya está muy manida y rastrillada por otros. O haces una obra de arte y por tanto distinta, o te comparan con ellos.

La otra no sale. Lo siento. Te voy a quitar el juguete con el que estás disfrutando.   Te lo has querido hacer de dura, y me parece bien, cada uno es como es, pero yo ya no estoy en edad de juegos quinceañeros y de tonterías.  Soy muy mayor, me quedan pocos años de vida y sólo quería disfrutar contigo ese tiempo. salir a pasear, hablar, ir al cine, tomar un café. No me queda tiempos para tonterías, lo siento. Pensaba disfrutar contigo cada segundo de la vida, como si fuera el último.Porque te he amado como jamás he amado a nadie. Contigo he conocido el amor de verdad, pero  tú  has convertido lo que podría haber sido una preciosa historia de amor en una vulgar telenovela venezolana.   Tú misma. Lo que siembras recoges. Y tú has sembrado dolor, desprecio y humillación.

Te lo has querido hacer de dura y difícil  para ser más atractiva y no sabes que eso cansa a los tíos, que una mujer de verdad, con personalidad y carácter,  no necesita hacerse pasar por nada porque se vale por sí misma,  sin tretas.  Lo de hacérselo de difícil es para los tontos y a mí me has insultado al compararme con ellos. Yo no tengo culpa de lo de tus anteriores relaciones y busco   una mujer inteligente, con personalidad,  segura de sí misma, que sabe lo que quiere y creía que eras tú. Y ha sido todo lo contrario.  No he podido ni tomar un café contigo a las cinco de la tarde. Tenías que haber sido dura y difícil con los dos primeros, sin embargo sólo lo has sido con un tío que te ha amado de verdad, sin límites y que te ha respetado y valorado por lo que eres. Que es mucho. 

Por eso  contigo es imposible pues no sabes diferenciar entre los tíos que van a echarte un polvo y los que te admiran de verdad. Te lo digo con sinceridad y cariño, procurando no herirte porque hoy es el día que te conocí. Ya hace tres años. ¿Te acuerdas?

Pasamos una tarde preciosa y no necesité de nada más porque me quedé todo el día contigo. Y fui feliz porque erás tú de verdad y tus amigas todavía no habían entrado en escena. Ahora que te acompañen  ellas. Por lo que conocí en el jardín, la chivata que te avisó, te pronostico que vas a ser muy desgraciada. Y lo siento por ti. Te mereces ser feliz, pero no lo vas a ser. Yo seré muy dichoso porque estoy muy a gusto conmigo mismo.

Necesitas a los demás para apoyarte en ellos  porque eres dubitativa, tienes miedo e inseguridad.   Me da pena que lo pases mal, pero bueno, yo ya no puedo hacer más. Me rindo ante esta actitud   de paletos de pueblo que no es culpa tuya porque tú no eres así;  pero tienes el defecto de dejarte influenciar por los demás porque eres insegura y le tienes pánico al futuro. Pero,  ¿no sabes que eso de hacérselo de difícil está pasado de moda y que los tíos huyen de este tipo de mujer?...¿no sabes que tenías que habértelo hecho de dura y difícil con los dos primeros  y no con el tío que te ha amado de verdad y se ha entregado a ti sinceramente?... Sí, el que ha robado flores para ti, te ha escrito poesías, jamás te ha tocado y te ha respetado como la señora que eres, aunque no lo demuestres, por miedo, supongo.

Estamos en 2015, cariño. Y al  final iras de divorciado en divorciado hasta que te desengañesl. Yo he aprendido mucho de ti. Para empezar que divorciadas nunca jamás. Lo siento,  pero la mayoría andáis muy resabiadas y queréis hacerle pagar al que viene lo que os ha hecho el anterior. Recuerdo a una   que conocí en Murcia que se pasó toda la noche renegando de su ex-suegra. Me dio su teléfono pero jamás la llamé.   Pero claro,  es que tú sólo te has enrollado con cierta clase de tipos y me has confundido con ellos. Y hay diferencias, te lo aseguro y no sólo en el vestir. He llorado mucho por ti cuando no te mereces ni una lágrima.

Lo triste es que no voy a poder recordarte  porque y ni me acuerdo de cómo eres. La última vez que te vi  estabas muy lejos y   sólo te vi borrosa.  No veo de lejos. No me acuerdo de cómo eres. Lo siento. Sé que eres morena y alta, pero nada más. Podríamos incluso haber quedado como amigos y ni eso porque ya no me siento bien a tu lado y no me fío de ti. 

No,  no soy un perro, ni voy en manada detrás de una tía para olerle el coño y que te elija. Soy algo más que un perro. Pero es que además ya no estás como cuando eras joven, el tiempo pasa, y tienes patas de gallo y probablemente varices. Empiezas la decrepitud, cuando los tíos dejarán de mirarte y serás una más. Entonces, al perder la atracción sexual, la mayoría de las mujeres sensatas intentan atraerlos con su personalidad, pero es que tú no la quieres tener. Eres lo que son tus amigas; unas chonis de pueblo.

He estado locamente enamorado de ti porque vi en ti una mujer que me complementaba, que tenía lo que yo no; que eras sensata y prudente que es una cualidad que yo no tengo. Contigo yo sería perfecto. Y jugué limpio desde el principio, te dije que iba en serio, que no buscaba ni un rollo ni echar un polvo, pero tú, perdón tu madre y tus amigas, empezásteis a jugar para divertiros sin daros cuenta de que al otro lado había un ser humano muy sensible y que sufre. Pero claro, tú  no conoces seres humanos. Sólo bestias salvajes  celosos  que quieren follarte. Te han tratado todos como un objeto sexual, como una posesión,  menos yo. Y así me ha ido. Algún día te darás cuenta.

Y te comprendo. Comprendo que me hayas puesto pruebas para comprobar cómo soy,, si soy como ellos,  y por eso he aguantado tres años. Porque comprendía que no te fiaras y que quisieras corroborar que  no era como ellos. Pero te has pasado un montón. Siempre he dicho que eres una mujer extraordinaria, y lo sigues siendo, pero cuando eres tu misma y no te dejas influencias por los demás y por la sociedad.

Creo que he sido el único que te ha valorado por lo que eres, por lo que podrías ser porque nunca me he fijado en ti como una tía buena, sino como un ser humano extraordinario que ha sufrido y al que había que comprender, ponerse en su lugar. Y lo he hecho. Y así me ha ido. No te he mirado como un objeto sexual, todo lo contrario, pero te has dejado llevar por lo demás, por tus amigas y tu madre,  y eso sólo denota inseguridad y falta de personalidad.

Te he estado escribiendo en este blog  porque me dijeron que estabas con depresión y he querido ayudarte. Me tragué el orgullo, tus desprecios y quise ayudarte. Eso es amor, pero tú ni lo conoces ni lo conocerás. Y es una pena porque podríamos haber sido muy felices, pero ahora que lo veo claro tampoco creo que lo hubiéramos sido porque tus amiguitas y tu madre seguirían metiendo cizaña. Me dan pena. No deben ser muy felices cuando se preocupan tanto por  un desconocido. Te he tratado con respeto y como una señora porque lo veía en ti. Te he defendido de las infamias e injurias que decían de ti, pese a que tú me echabas del bar y ólo recibía de ti desprecios y humillaciones. Pero todo tiene un límite. Tengo que apartarme de ti para que no me envenenes.

Yo no soy así y no quiero serlo. Me he equivocado una vez más. Quizás no sepas que  me he podido casar con chicas muy buenas, con mucho dinero y de muy buena familia pero he rechazado salir con ellas para no hacerles daño. Para que no se ilusionen porque a mí no me gustaban, no eran la mujer de mis sueños. Si hubiera sido un hijoputa me las hubiera caramelado, viviría  de su dinero y me hubiera echado  una querida, como me aconsejó un imbécil.

Yo no soy así. No puedo. Les dije en la tercera cita que no eran la mujer de mis sueños y que el roce no hace el cariño. Pronto. Para no hacerlas sufrir. Tú eres todo lo contrario y me has tenido tres años puteándome, sin dar la cara, sin decirme de frente: "Antonio no me gustas. O estoy saliendo con otro",etc. Hubiera seguido siendo tu amigo y te hubiera saludado por la calle, porque sé que no se puede obligar al amor y comprendo que no te guste o que te guste otro. Para mí es normal. Pero no has tenido ni ese detalle para hacerme ver que no te gusto y evitar que sufra. O eres sádica, que creo que no,  o eres mala, que creo que tampoco. Son las circunstancias de la vida, que vivimos en un pueblo de paletos y que las cosas son así. Déjemoslo ahí.



Te perdono todo lo que me has hecho sufrir, muchísimo,  pero te aconsejo que te olvides de mí. No quiero hacerte daño. Yo no soy como tú y no me gusta jugar con los sentimientos. Voy a seguir con mi vida y con mis planes y proyectos porque yo sí sé lo que quiero. Y tú no estás en esos proyectos. Por eso, porque no soy como tú,  te lo aviso, ólvídate de mi y tómate estos tres años  como un divertimento que has tenido, pero el juguete se ha roto. Encontrarás otro que te siga el juego, estoy seguro, pero cuando pasen los años te darás cuenta de que has perdido la oportunidad de tu vida y que irás de uno en otro sin ser feliz. Y que has dejado atrás a un hombre que te ha amado de verdad. Algún día te darás cuenta.

Lo que más me duele es que me hayas tomado como uno de esos macarrillas y perullos con los que te has enrollado. Eso sí que no te lo perdono porque denota una falta total de sensibilidad y lucidez. Todos los tíos no somos iguales aunque tú estés acostumbrada siempre a los mismos. Quise hacerte princesa, pero no te has dejado. Te gusta ser como eres porque en ese ambiente te mueves bien y te sientes segura.

Ahora vas a tener todo el tiempo del mundo para disfrutar en tu ambiente. Con los tíos que te molan  y que luego son los que se comportan como tú sabes. Disfruta y procura ser feliz con ellos. A mí me tienes aburrido. Es la primera vez en mi vida que me viene el desencanto  por aburrimiento.  En cualquier caso mejor así porque de habernos casado, y ahora que te conozco, me habría divorciado de ti al año. O antes. Y me hubiera ido contentísimo buscando oxígeno y aíre limpio. Nos hemos ahorrado el divorcio y por eso te estoy muy agradecido.

Feliz aniversario, cielo. Yo sigo con lo mío, con mi vejez tranquila y quizás  buscando la mujer con la que he soñado que sé que no existe. Si no eres tú, difícilmente lo podrá ser otra.  Pero tampoco eres tú, eso me has demostrado y mejor haberlo averiguado ahora que no más tarde. Seguiré con mis cosas, con mi libro pues  quiero editarlo en papel porque lo de Internet está muy bien, pero son  pocos los que tienen tableta o ebooks. Cómo probablemente será mi último libro quiero despedirme en papel. Ya tengo protagonistas fijos: el camarero de enfrente y la chica de la biblioteca, el amor platónico. Y el narrador, que soy yo, que va contando el tercera persona mientras las entradas de los diarios que escribe el protagonista van en primera

Ahora que no hay nadie, voy a tirar los trastos que me dejó ayer Loli cuando limpió las cámaras. Pero antes me tomaré el café cargado y me fumaré el primer cigarro de la madrugada. Manda carallo que la gente se deje los cartones al lado. He tenido que tirarles yo la basura.

Oigo voces me asomo a mi serviola y no es nadie. Son dos que van por la Esquina del Convento y que desde aquí se oyen. El silencio y la soledad me relajan. Son  maravillosos estos momentos del día, los que más me gustan. Luego empezará a aparecer gente y lo resquebrajan. Y más un día como hoy.

Pero no dejo de darle vueltas a lo que me dijo aquel tío en un pub. Que me envidiaba porque soy soltero, sin hijos y libre. Porque tiene razón. Pero no. Yo no valgo para eso. Eso lo hice de los 20 a los 30 y nunca jamás. No puedo. Soy fiel y monógamo. Porque cuando amás de verdad, y no me refiero al enamoramiento o encoñamiento, sino al amor de verdad, no miras a otras  entre otras razones porque  vas pensando en ella por la calle y la miras sólo a ella.

Sólo existe ella y  las demás te resbalan. He estado siempre buscando el amor de mi vida y no lo he encontrado. Lo sabía pero no quería perder la esperanza, pero ahora lo sé. No existe. Así que seguiré solo con lo mío y procurando no hacerle daño a nadie.

Ayer me despedí pidiendo disculpas por hacer un post tan largo, pero no me  arrepiento porque lo leí por la tarde otra vez y aparte de llevarme las manos a la cabeza, me di cuenta de que puedo aprovechar más de la mitad para la novela. Y por la tarde me compré una bolsa de globos. Y no he notado el cambio y eso que todavía no es mi amigo. Tengo que hacerme amigo de él.  Pero cuesta olvidar al otro.

Es que soy muy romántico y sentimental. Para que luego diga mi hermanica que no quiero a nadie, que sólo me quiero a mí mismo. No es cierto. Quiero también a mi globo.  Y ahora sabrás por qué sólo me quiero a mí mismo. Para evitar que me hagan daño, como me lo han hecho. Pero perdono y no por una actitud cristina, sino porque yo soy así.

Cieza, Otro día perdido (Diario de un serviola) agosto 2015 

Mobusi