A mí, me, conmigo, me preocupa más que hasta Shakespeare fumara porros, según acaban de revelar en una especie de contencioso por dilucidar si las drogas provocan o no la inspiración. Lo anticipo: las drogas te vuelven más idiota y te alejan de la escritura. Al menos en mi caso. Para escribir hay que estar completamente sobrio. Y bien espabilado o con un pequeño estimulante: el café.
El alcohol, la maría, las anfetas, la ‘farlopa’ y demás especias te alejan de la razón porque precisamente por eso son drogas. Si no perdieras la razón no lo serían. Esto que parece tan obvio, para algunos no lo es tanto y se creen que fumando ‘maría’ van a escribir ‘Tiempo de silencio’ cuando no escribes nada, aunque muchos le hayan dado a la priva, como Hemingway o Henry Miller. O hayan firmado buenas obras de arte a base de opio. No cito nombres porque no soy un chivato, pero estoy seguro que a la hora de ponerse a currelar estaban sobrios.
Otra cuestión es la estabilidad emocional porque según revela el profesor Mihaly Csikszentmihalyi ‘Creatividad’ (Paidós, 2008), los creadores más ilustres suelen ser personas muy sacrificadas, solitarias y no siempre felices. Cierto. Pero no alcohólicos. O sí.
Pues no sé, ya que por muy borracho que vayas la vida sigue dando vueltas y un servidor, por ejemplo, ha pasado de pronto a ser empresario y propietario, tras la muerte de mi madre. Sólo tenga una empleada, mi estimada Loli, pero como un día se me ponga en huelga no me apuro porque anduve ocho años en la Marina y piqué, minié, pinté y baldee todo el barco. O mandé hacerlo y con muy mala leche, es decir, a la ciezana. O con el ‘sieso’ andaluz.
Así que me auto-convertiré en esquirol y me pondré de ‘amo de caso’. Y la limpiaré, me iré a la compra y me saltaré la cola porque ‘se me pega el arroz’. Luego acudiré a la peluquería y si por la noche alguno me toca el culo, lo espantaré con aspirinas. Hay que evolucionar con los tiempos.
Pero algunos siguen en la inopia como los de Podemos Cieza que piden y piden. «Podemos pide...», leemos en la prensa como si estuvieran en la oposición y no el en la Junta de Gobierno. «Podemos hace, consigue, logra», es lo que queremos leer. Menos pedir y más hacer porque si están en el Gobierno a quién piden: ¿A la virgen de Fátima?... Sólo tienen que ponerse delante de un espejo y pedírselo a ellos mismos.
O que obren como mi culto padre putativo, Juan José Avellan, que ha publicado otra edición de ‘sus cosas’ con una lúcida mirada intelectual que trabaja, piensa, hace y abre la ventana de sus ojos sin los visillos del sectarismo pues resuelve pieza a pieza con ‘sus cosas’ un puzle que te explica el mundo. Él no pide, sino que hace, sin entrar en competencia entre machos, digo, entre genios de la ironía. Él quizás no sepa que lo es.
Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.
