Un barco -escribe Pessoa- parece que tiene el fin de navegar; pero su fin es llegar a puerto. El problema es cuando prefieres navegar que arribar a puerto porque ya sabes quién está esperándote. Qué es lo que hay.
Un barco sería un buque cuyo fin es encontrar nuevos puertos, aunque sepas que se repiten. Y a qué viene todo esto, pues no lo sé pero viene. Y lo escribo. Quizás algún día aproveche, pero ahora, este lunes, voy a seguir fondeado frente al puerto porque no tengo ganas de bajar a tierra y no saludar a los de siempre.

Pero la concurrencia no le perdona haberle quitado conquistas sociales históricas como los pluses y la paga extra. Y por eso va a ser el único presidente de la democracia que no va a repetir en el cargo. Repitió hasta Zapatero, que era tonto, pero él se va. Me da pena pegarle pescozones a
Rajoy. Está el hombre muy mayor y hasta en el lumpen se respeta a los viejos.
"No te pego porque eres un viejo," me han dicho a mi. Pues gracias, hombre; menos mal que la vejez sirve para algo. Pero son ya las 07.05y y ha comenzado la cola frente al Sabadell, por lo de la pensión. España va bien y le importa un pepino el gobierno que se forme. Lo de la cola es la mejor encuesta.