Tendríamos que hablar de resultados electorales, de ingobernabilidad, pero creo que no ha habido resultado electoral sino cruce de caminos porque la vecindad anda a lo suyo ‘continica’ con la jerigonza de casarse contra alguien y aunque se repitieran las elecciones exprimiríamos los mismos resultados para mantenerla y no enmendarla que es lo suyo en esta democracia morcillona y televisada con políticos analfabetos de carcunda chandalera, licenciada en Ciencias Políticas, que ha leído a Kant de oídas y no sabe diferenciar entre un referéndum de independencia y una consulta para decidir que una región, (Andalucía), quisiera tener las mismas competencias de Sanidad que las tres históricas, por ejemplo, pues anhelaban más autonomía, no más independencia; aunque a uno esta martingala le aburre, me viene el último bostezo de una sociedad Logse decadente (según mi amigo Flátulo Flatulencia), porque en vez de decidir quién gobierna, deberían optar por ver quién va a hablar con la Merkel que es la que ha ganado las elecciones mientras nuestros bandarras se la pelan porque creíamos que venía la revolución y nos ha aterrizado el sopor burgués de las componenda, los tejemanejes y la conchabanza, tuya, mía, tuya, mía, de unos con otros y viceversa, o sea, más de lo mismo pero con receta de la abuela, aunque ahora toquen a menos tajada porque se han colado nuevos invitados y a ver quién parte el melón, oye, por lo que no nos queda más remedio que ir a lo suyo, es decir, a lo nuestro, es decir, a lo de Cieza, claro, pues somos una ciudad con seis puentes, tres paseos, cuatro parques y una deuda multimillonaria despilfarrada en el parque Principie de Asturias y los terrenos de Migaseca pues por aquí asoma un listillo, compra unos terrenitos y gracias a la estulticia e impericia de nuestros mandamases, se lleva la ganga, buena, bonita y barata, pues los hacen millonarios acudiendo a la justicia y el justiprecio que suponemos debe de ser como tasar el polvo de fin de semana a razón de tanto cariño por orgasmo, o sea, que no sabemos nada y menos en qué quedó lo del Observatorio de Interpretación de Almadenes, una pena, porque lo de interpretar está muy bien pues en cierta ocasión se me antojó espiar a una pareja mientras le daban al cuchi cuchi en los cañaverales y cuando me pillaron no se creyeron que yo era un Observatorio de Interpretación Sexual, que era obvio, pero ahora ya no hay cañas pues parece que las han afeitado con lo de las obras del nuevo Paseo Ribereño que ha sido muy respetuoso con el entorno, menos esa horrida escalera alicata de aluminio bajo el álamo centenario que es un espanto ‘cutrelux’, como el puente de la Confederación Hidrográfica (y van 7) que está ahí enjaretado desde hace siglos sin que nadie haya dicho pio pio sobre ese monstruoso aparataje que es un pornográfico ataque al paisaje, al sentido común y la belleza; un engendro chapucero más propio de un ingeniero chusquero que se enfosca con el hule y no conoce los nuevos materiales traslúcidos, por lo que si ese espantajo sigue ahí sin que nadie diga nada, resulta que ya me creo todos los resultados y resultas.
Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.
