Antonio F. Marín: De los amigos y otros animales

23 de febrero de 2016

De los amigos y otros animales


Ayer me pasé la tarde leyendo a Larra  pues suele hablar mucho de los caparras, que es como se llama en Cieza a ciertos personajes, aunque nunca he podido enterarme de si es por garrapata o como persona impertinente, especialmente en su conversación  o advertencias.

Conociendo a los ciezanos da igual una que otra. Larra comenta en su artículo El castellano viejo, un encuentro que tuvo con un amigo que lo atosigó a palmadas, abrazos y mas palmadas. Quién fuese tan amigo para tratarme tan mal, comenta, pero mi castellano viejo es hombre que cuando está de gracias no deja ninguna en el tintero.

En este mundo para conservar amigos es preciso tener el valor de aguantar sus obsequios, concluye con una fina ironía de la buena. Y sigue: Vile marchar -al amigo- como el labrador ve alejarse la nube de su sembrado. Y una vez que se ha marchado de su lado, tras abrazarlo, darle muchas palmadas e invitarlo, a la fuerza, a cenar a su casa, comenta que de paso que su amigo defiende que no hay vinos como los españoles, en lo cual puede tener razón, también defiende que no hay educación como la española, en lo cual bien pudiera no

tenerla.  Y es cierto.


La jaquetona Alison Tyler
Son las 06:03 y oigo a mi barrendero, a Cosme Sísifo, que inicia o prosigue su trabajo barriendo lo que sabe que es inútil limpiar porque dentro de 5 minutos volverá a estar guarro, en Cieza, que conste, que somos unos marranos.  Y no en lo relativo perteneciente a la rijosidad sexual precisamente.

Me asomo a mi serviola y respiro airé fresco pero Cosme Sísifo me mira extrañado como diciendo que hace este gilipollas levantado a estas horas. No lo saludo. Tampoco es cuestión de distraerlo o que se mosquee por interrumpirlo. No  hace mucho frío o se conoce que yo he engordado como una foca y por tanto tengo centímetros de grasa bajo la piel que me protege del frío como a ellas  cuando nadan en  agua helada. 

Me decido por fin y abro la web del banco Sabadell. Activo el nuevo servicio que va a estar en vigor a partir de ahora. Desaparece la tarjetita con los números que ellos llaman de coordenadas. Anoche llamé y consulté. Me dijeron que desaparece obligatoriamente porque Europa no quiera nada en papel, fuera de la red. Y es cierto: tras activar el servicio me dicen que rompa la tarjeta. Hago una prueba para ver cómo funciona y me va bien. Transfiero 8 euros que me sobran en la cuenta a un depósito  donde ahorro para publicar mi próximo libro, si lo publico.

Todo bien, pero al final me advierte para  que espere a que reciba un sms. Lo recibo, me da un número que tengo que buscar en la tarjeta de coordenadas que aparece en la web, lo introduzco y !bingo!, me lo hace correctamente. Anoche le comenté a mi hermanica que va a ser obligatorio en una fecha todavía por determinar y me dice que ella no. Y va a ser que sí. Ya le pasó con el windows XP pues quería quedárselo y se tuvo que pasar al 7. Yo estoy al día y además no sólo que he dejado el 7 sino que tengo el 10 y estoy probando el 11 (o como llamen al siguiente).

Lo mejor de este nuevo  servicio es que tu mujer no te puede localizar el número en la tarjeta (ya no existe) para cogerte dinero prestado de la cuenta donde ocultas los millones en dinero negro. Lo peor: que puede coger el móvil y hacer lo mismo. Nadie es perfecto, ya digo.  Uno quiere esconderle a la parienta que se ha inscrito (en Sudamérica dicen membresía) para bajarse pelis fetichistas de una Diosa jaquetona en cuero y pieles, y  te pilla. Son muy celosas y no te lo permiten.

Pero hablábamos de la amistad, joder, que me distraéis con vuestras perversiones, y decía que nos pasa también, como a Larra, con los amigos de del feis a los que no conoces y de pronto te invitan a señalar que te gusta cierta página que ni sabes que existía. Y le das al me gusta  sin haberla visto, y sin elección, porque te sabe mal desairarlos. Uno que es bueno. Y muy tímido.

La Diosa  jaquetona en cuero y pieles
Porque ayer  en la cola para  para recoger el DNI me tocó al lado una chica preciosa, morena, con un lunar y un tipazo.... Y además lucía botas altas. Y era simpática, educada y amable. ¿Problema? Que no sabes si está casada o tiene novio. Le miré las manos, que es lo que suelo hacer,  y no llevaba anillo, pero de todas formas al no saberlo con certeza  procuras portarte con educación y respeto, que no es desinterés, sino prudencia.

Probablemente no la volveré a ver, pero sé que vive por el barrio antiguo porque entramos juntos y venía de allí. Y además me puede la timidez o el sentido del ridículo. Si me tomo un copazo todo cambia porque entonces me siento seguro, me vuelvo sociable, dicharachero e incluso pelmazo, pero sin el copazo soy una nulidad. Un tío tímido con un excesivo sentido del ridículo.

Luego, durante la caminata por el recorrido urbano, me di con la madre de X y estuve a punto de pararme para pedirle perdón, pero ante la posibilidad de que llamara  la Guardia Civil me contuve. Pero no puedo seguir así,  tengo que coger valor para pedirle perdón y poder así seguir mi vida. No puedo estar siempre con esa mancha colgada en mi pasado. No me gusta. No quiero. El cura ya me ha perdonado pero me falta ella. Tengo que mirar hacia adelante y no para atrás.  Y no me miró con muy buena cara, con muy buenos ojos. 

Claudia Cardinale
Esto, claro, son cosas personales que a nadie importan, pero escribo en un blog/diario personal e intransferible y procuro ser discreto.  Decía Pierre de Beaumarchais que en materia de amor, demasiado es todavía poco. Pues sí. Puede ser. Pero no todo el mundo lo entiende. Qué le vamos a hacer.  El único consuelo es que batí otra marca, la de velocidad,  y fue porque no iba mi hermanica pues es más lenta que una tortuga reumática.

El paseo lo di solo porque mi hermanica tenía cosas que hacer, así que caminé  porque tengo que quemar calorías, por la barriguita que me ha salido que a mi me da igual porque ya no espero nada de esta vida, pero después de hacerme con buen fondo de armario no estoy dispuesto a perderlo o a tener que empezar otro de otra talla mayor. Nasti. Sorry. Lo primero es lo primero.

Oigo un ruido de ruedas y me asomo. Pasa una chica con  una maleta con ruedas que me recuerda La chica con la Maleta de Valerio Zurlini. La vi hace años y me impresionó Claudia Cardinale, de joven. Ay, las morenazas italianas, son un amor, aunque dicen que se comportan como una madre con sus maridos. Estrictas y cariñosas. Y así han salido los italianos. 

Pero...¿en qué país vivimos? Eso digo yo.
Una vez me dijo mi estimado Mariano que me había enamorado de la Ursula Andres de Cieza, pero lo dudo porque ésta es rubia y no me va esa perversión. Me gustan las morenazas a lo Julio Romero de Torres que pintó a la mujer morena con las tetas al aíre y el coño lleno de pelos, según el pasodoble de Manolo Escobar, aunque creo que a mí me dieron la letra cambiada. Otro día hablaré de lo que es soez y grosero (que no soporto), y de lo que es el decoro literario, pero ahora no tengo tiempo ni espacio. Y además suelo ceder el paso a los toros y a los tontos, ya digo. Pero... ¿en qué país vivimos?, se preguntaba Manolo hace miles de años, como se lo podía preguntar ahora.

Son las 07:01 y ha llegado mi camarero del Arte-Sano, así que toca ir cerrando esto. Es puntual, como debe ser la gente seria y educada. No soporto la impuntualidad. Manías. La entrada se me ha hecho mu larga y luego sacó poco rédito porque selecciono muy poco texto. Supongo que cuanto más escriba más sacaré. 

Buenas noches y buena suerte

Agenda: Joder, joder: caminata con mi hermana por el recorrido urbano pero esta vez al revés: en vez de empezar por el camino de Murcia hacerlo por el barrio antiguo. Luego, Mercadona. Y luego ir a la biblioteca para ver a mis colegas de lectura, aunque ahora que caigo es martes y no van.

Mobusi