Antonio F. Marín: ¿Veinte mil treintañeras?...

24 de febrero de 2016

¿Veinte mil treintañeras?...

Ayer me quedé pasmao o pasmorote y no fue solo por el pacto PSOE-Ciudadanos con el que  estoy de acuerdo en  todos los asuntos  que han aceptado y aprobado, sino porque me he  enterado de que hay veinte mil treintañeras. Lo del pacto está muy bien, oiga,  excepto la modificación del artº 135 de la Constitución para poder gastar más y endeudarse. Pero  las otras 15 medidas las suscribo al 100%.  Y me alegro de que se hayan puesto de acuerdo si de verdad  lo cumplen. Y el PP no lo jode.

Ahora falta saber de dónde van a sacar los votos para poder llevarlo a cabo porque Podemos ha dicho que nanai, que nasti,  y me temo que les falta remanente. Y además el PP puede vetar las reformas constitucionales en el Senado, algo que no han mentado ninguno de los dos, por lo que todo queda muy

mono, pero demasiado florido Es probable todo  sea una añagaza para hacer campaña electoral para las próximas elecciones, pero es que yo soy mal pensao y no me fío de nadie.

Pero si se presentan con este proyecto tendría  que votarlos, no me queda más remedio porque me gusta todo, y supongo que Ribera, que es muy práctico, impediría que Sánchez tire del gasto público con pólvora del rey que, aunque se disfrace como plan social, solo produce más miseria (véase el Plan E de Zapatero). Pan para hoy y jambre para mañana. Lo votaría porque esta vez no te puedes permitir alegrías como votar en blanco, abstenerse o tachar en plan nulo, que es lo que a mí me la pone tiesa, decía, sino ser responsable y votar porque no está el horno para ciertos bollos.

Feria de 1944. Mi madre, con 22 añitos,  es la 2ª por la izquierda.
Aunque algunos sí lo están a lo del bollo para todos,  porque Carmena la chulapa alcalde de Madrid, la que iba de moza impoluta e inmarcesible ha enchufado a 44 amiguetes, según ha denunciado Ciudadanos. Son peores que la casta. Son castísimos.

Pero mi pasmo no es sólo por el pacto sino porque he leído que  existen  20.000 treintañeras. La información hace referencia a la esperanza de estas chicas de ser madres con los óvulos fertilizados más allá de los 40, cuando puedan tener hijos porque  el trabajo se lo permita, con más tranquilidad y seguridad económica. Pero a mí eso no tiene relevancia,  sino que existan veinte mil treintañeras. Me explico:

El otro día vino a mi casa una mujer que conozco de verla en el supermercado porque una vez, mientras pasábamos por caja, me explicó cómo hacer las espinacas congeladas. Muy amable. Y tenía razón en su receta. Pero el otro día vino a casa porque tenía un problema con el vecino de al lado y como usted escribe a ver si me puede ayudar, me dijo la mujer muy apurada.

Que sean seguras...
No sabe que si fuera cierto que yo pudiera ayudar, tendría cola en la puerta de mi casa pero aunque escribía en El Mirador  no puedo ni quitar multas, por mucho que se empeñen algunos, ni solucionar problemas de urbanismo.  Lo entendía, lo comprendió y antes de irse salió el tema de la soltería.  

Pues sepa usted que cada hombre tiene siete mujeres, según las estadísticas, me comentó.  Pues dónde están las mías, hubiera sido  oportuno preguntarle. Y me confesó que ella tuvo  su hijo a los 42 años y me extrañó. Y añadió: ahora hacen cosas con los óvulos y la medicina,  pero yo me quedé embarazada a las dos semanas sin nada de eso.

Ahora sé que se refería a los óvulos congelados. Había leído que muchas mujeres que tienen trabajo posponen su maternidad para después, para cuando tengan tiempo y mejor posición, es decir, más seguridad para criar al hijo. De hecho está de moda y existen muchos bancos de óvulos donde ellas dejan la maceta para lo de la semillita,  y poder fertilizarlos en un futuro. Entre ellas 20.000 treintañeras.

¿Pero hubo alguna vez  11.000 vírgenes?, se preguntaba Jardiel Poncela ante el abuso de donjuanes, claro, porque si existen muchísimos don juanes que consiguen ligar con una virgen, tendría que haber tantas vírgenes como juanes.  ¿Pero existen 20.000 treintañeras?, me pregunto yo. La señora tan amable me contesto que sí,  que lo único que tengo que hacer es salir. Es que soy tímido. Pues no lo parece. Lo soy, y mucho, y si me miran no me acerco porque seguro que me rechazan. Pues tontas que son, porque al haber siete mujeres para cada hombre, entre ellas se los quitan que es lo que le pasó a una chica; que se separó del marido por no sé que tontería y una de 40 fue a por él y se lo quito, ¿sabe usted?

...y que sepan lo que quieren
No lo sabía, pero a mí ni con esas. No se puede tener todo en la vida así que no me quejo.  Estoy siguiendo un tratamiento en el hospital, muy caro, por cierto, y los que trabajan en la farmacia del Hospital no sólo que te consiguen estas caras medicinas, sino que te llaman para ver cómo vas y cuando necesitas el siguiente frasco antes de que se acabe. Ayer lo hicieron, y ya me tienen preparado el siguiente. Son un cielo. Los profesionales sanitarios hacen milagros con lo poco que les dan y por eso tenemos una de las mejores sanidad del mundo.  Y aquí viene mi cabreo, no con ellos, sino con algunos periódicos.

Hace unos días leí que no tenemos una de las mejores sanidad del mundo. La información hacia referencia las listas de espera, que son ciertas, y a otros parámetros que son falsos.  Los autores de la memez afirman que de los dos sistemas de Salud que existen (Beveridge y Bismarck) el mejor es el Bismarck que se basa en medicina privada, la que se apoya en los seguros. Vale, puede ser. 

Pero entonces hago como siempre hago, veo quién coño ha realizado el estudio y me entero de que  ha sido subvencionado por Medicover, una organización sanitaria privada, y New Direction Foundation, un 'think-tank' conservador –ambos con sede en Bélgica–, y apunta a Holanda pues ha logrado alcanzar la primera posición ya que los políticos y burócratas parecen estar más alejados de las decisiones sobre la atención médica que casi cualquier otro país europeo.

Quiere decirse, y se dice a las 06:04 de la mañana, que los periódicos han decidido publicar este estudio sabiendo que es tendencioso  y que no es imparcial porque está pagado por los seguros privados. Como aquel estudio que decía que la cerveza no engorda y que estaba encargado por los fabricantes. Acabáramos, que decía no sé quién. Me cabreo con los periodistas, con los malos periodistas, porque este estudio, de parte, no tenía que ser publicado pues engaña a los lectores, les miente. O bien poner el titular: Los seguros privados exponen en un estudio que ellos son los mejores, los más chachi piruli.

Tenemos una de las mejores sanidad del mundo, pese a los políticos, porque tenemos unos grandes profesionales que obran milagros con el poco presupuesto que tienen. Lo he dicho siempre. Supongo que hay problemas con las listas de espera y otras cuestiones, pero no son culpa de los profesionales, sino de los gestores, como señala el estudio que apunta a la gestión privada para mejorarlo. El problema para ellos es  que no se contratan los mejores gestores privados, es decir, que no hay un CEO en cada hospital. Pa´ matarlos. Lo peor es que engañan a la gente para forrase con la salud.

Mi madre tenía una compañía privada que costaba mucho, pero para las cosas importantes iba a la pública, como en realidad hacen todos porque con las cosas de comer no se juega. Y además nos quitan los profesionales de otros países. Pero que es cierto que es una de las mejores sanidad del mundo se lo podrían preguntar a los británicos y demás europeos que hacen turismo sanitario y vienen aquí a operarse porque los médicos y demás profesionales son muy buenos y además es más barato.

En fin, que hoy se me ha ido el asunto por tener que  volver a explicar lo obvio y a este paso me vuelvo loco, ya digo y decía. Son las 06:59 y acabo de oír la persiana del bar de enfrente. Puntualidad, como debe ser.  Me voy que tengo cosas que hacer y se me pega el arroz.

Buenos días y buena suerte

Agenda: Hoy no hay mercado pues compré ayer toda la fruta verdura. Caminata con mi hermana por el circuito oficial, aunque no sé si será como el original o al revés. Ayer fue al revés.Luego ir a la biblioteca a saludar a los compis y que no se me olvide la carpeta, como ayer por la tarde.


Mobusi