Antonio F. Marín: Keyser Söze o no deber nada a nadie

22 de febrero de 2016

Keyser Söze o no deber nada a nadie


En todas las peleas a puñetazos gana siempre el que menos miedo tiene o el que menos tiene que perder. Lo sé por experiencia. Siempre he tenido mucho que perder. Ocurre  exactamente igual que en los matrimonios en los  que el que menos ama impone sus decisiones al que más ama pues éste tiene miedo de perder al otro y accede a todas sus condiciones. Y se convierte en sumisa o en calzonazos (lo siento pero no existe palabra como calzonazas). Es así, de mundo en mundo y lo seguirá siendo de por vida en esta generación o en la siguiente, en este planeta o en el que viene, seas humano o extraterrestre, porque esto no cambia pues son  condiciones de

la vida per se.

Aquel que menos miedo tiene a perder o que menos tiene que perder, se impone siempre ya sea en los negocios,  en las peleas o en la pareja pues el que más ama no quiere perder al otro y accede a todo  lo que quiere para no perderlo. Pero creo que esto ya lo he dicho. Por eso quitarte vínculos, dependencias y compromisos te da libertad e independencia. Si no le debes favores a nadie nada tienes nada que pagar.

Se me ocurre la imagen del personaje de Keyser Söze de la película Sospechosos habituales que deja que maten  a su familia para que nadie pueda condicionarlo, chantajearlo o  amenazarlo y poder así estar libre para defenderse de sus enemigos. Como ya decía un personaje de mi novela: No pongas nunca tu felicidad en manos de los demás, es decir, no dependas de nadie,  no debas favores a nadie, no  necesites a nadie, no esperes ayuda de nadie para poder seguir tu camino con absoluta libertad. Sin dependencias y sin que nadie te condicione.

A qué viene esto. A nada. Viene. Si te parece a las 06:19 de la madrugada me pongo a hablar de Miguel Bosé, pequeño Zorraster (gracias Andrés por recordármelo en el feis). Aunque podríamos hablar, y mucho, de Miguel Bosé pues se ha quedado sin remanente y ha venido los cuadros de Picasso y Dalí que le regalaron a su padre. Mal hecho.

Es una falta de respeto y educación. Recuerdo a una tía que cuando recibía un regalo no lo abría y lo guardaba. Y cuando tenía que hacer alguno a alguien se lo daba tal cual. Lo digo porque mi madre le hizo una vez uno y como la mujer estaba ya muy mayor, no se acordaba y   le regaló el que ella  le había regalado. Sin abrir. Gracias por el detalle, creo que le dijo. Y nos reímos una jartá cuando lo contó.


Nos vamos a la prensa que viene negra, de sucesos, porque en un pueblo de Alemania los vecinos han festejado el incendio de un albergue de refugiados. No te lo crees, claro, pero parece que es cierto. Qué puede llevar a unas personas normales a que celebren el incendio de un albergue de    los extranjeros. El miedo a lo desconocido,   a los demás. Es falta de empatía, aunque puedan tener parte de razón si al personal se le satura por exceso, por no llevar control.

Los  políticos se engallan con eso de la solidaridad  pero no propician la integración porque siempre es el pueblo llano, la clase media/baja, la que tiene que sacrificarse y ser solidaria pues los pudientes tienen medicina privada, seguridad privada, educación privada y no sufren las listas de espera, el aumento de niños en clase, etc. No se puede ser solidario si no hay presupuesto porque conduce el odio. Pero es muy fácil y queda muy  mono exigir solidaridad desde la comodidad del editorial cuando vives en las afueras y en un barrio de ricos, como Juan Luis Cebrián, que no ve a los inmigrantes ni en pintura o sólo en su jardín hincando las rodillas.

Qué llevó a los alemanes, pequeñoburgueses a aceptar el nazismo, la banalización del mal como se pretende ahora en España con ETA. Qué puede llevar  a que un hombre de clase media estuviera por el día de guardia en los campos de concentración y por la noche se dedicara a tocar el violín, según nos han contado los mismos protagonistas.

La banalización del mal, creer que es normal comer carne humana porque todos los caníbales lo aceptan. Porque la mayoría de los alemanes asumieron el nazismo como la mayoría de españoles aceptaron la dictadura franquista. Gente normal que no se exilió y que convivieron en la dictadura de maravilla y ahora son del partido comunista, un suponer. Yo diría que más que la banalización del mal es la supervivencia. Sobrevivir adaptándose al medio porque no todos tuvieron agallas o oportunidad de exiliarse.

Recuerdo que era era corresponsal de Línea, el periódico del Movimiento que lucía un yugo y unas flechas junto a la cabecera y que tenía un fotógrafo (ya fallecido y por eso  callo su nombre),  que hacía fotos del alcalde franquista, de la sociedad franquista, y las cobraba con sumo gusto y sin reparo. Y cuando llegó la democracia se hizo de pronto socialista. Del PSOE para más señas. Yo lo situaba más o menos entre los españoles tíbios con la dictadura, la mayoría, pero era un socialista camuflado. Y muy bien. Acaba de llegar el camarero de enfrente y es mi aviso de que hay que entregar este panfleto.

Buenas noches y buena suerte

Agenda: 09:00. Ir al Ayuntamiento a recoger el nuevo DNI. Caminar con mi hermana partir de las 10:30 si no se ha hecho muy tarde. Llevamos dos días recorriendo el trazado oficial de 4,5 km (el de los pasos blancos pintados en el suelo), aunque el móvil marca 5,100. Tarde: Biblioteca o corregir aquí los textos anteriores pues he descubierto fallos de concordancia y otros. Es que esto es sólo un borrador, un diario escrito tal cual sale de la sesera.

Mobusi