Antonio F. Marín: Errores, potorros y tamaños

7 de febrero de 2016

Errores, potorros y tamaños

Los expertos nos advierten de los errores que se han de evitar el primer mes de concomitancia y compadreo. Y no se refieren a las condiciones para formar el gobierno que codicia Sánchez, sino a las relaciones sentimentales. Y el primer consejo es que ellas no investiguen la vida del chico en Internet.

Lógico, pero quizás por eso uno sigue solterón pues lo mejor que tiene envejecer es que te importa un ardite, es decir, un pijo, lo que los demás piensen de ti. Así que vas y cuelgas en el blog lo que te pete, incluidas pudorosas fotos fetichistas y otras muy pecaminosas de relaciones ‘EPE BDSM’ (no confundir con LED que es una lampara). O una TV, no sé, pero parece que la fusta ha salvado a muchos matrimonios que iban a

pique. Incluso se venden en el Decathlon.

Cosas de hombres, me remusgo, pues según nos explica Martina Nebenmeyer (en Tuiter), los tíos suelen decir tres mentiras muy gordas: «Siempre te voy a querer, nunca te seré infiel y !chupa, chupa, que yo te aviso!».

Pero de esto no hablábamos, qué va, sino de las cinco cuestiones que hay que soslayar para seguir amartelados, como no hablarle nunca a tu chico de tus ex. Sobre todo si la tienen más grande. Esto no lo dicen los expertos, pero lo aconsejo yo. Y hasta mi madre (q.e.p.d.). Lo que ocurre es que de esto no se habla. Tampoco se chista ya de rescate, prima de riesgo, Guantánamo (que sigue igual), de la entrada Norte a Cieza, de Grecia, el Cabezo de la Fuensantilla, de las milagrosas células madre o los refugiados de Siria. Se han traspapelado.

Lo importante es que se fuera Rajoy y darle la vuelta al calcetín, eso dicen, aunque sólo se trate de perfumarlo con colonia para tapar el tufo. Dicen los listos que los españoles han pedido cambio, y es probable, pero no han pedido referéndum de independencia.

Pero da igual. Lo que cuenta es echar a Rajoy, como en Cieza, e incluso Aznar ya le ha buscado sustituto; aunque el tal Sánchez tenga que gobernar con un popurrí de partidos que nos va a escribir sola la columna. Nos vamos a reír. Por ejemplo con las chicas de la CUP catalana: "Somos putas, feas y malfolladas, por hacer política". Nunca había oído tanta sinceridad junta. Aunque también hay casados mafollados que van mucho de putas. Pueden quedar y ponerse de acuerdo, en ‘comú, Junts pel Sí’. Cuando seáis independientes vais a ser princesas, bien folladas por un galán de cine, y además el potorro os va a oler a fresas salvajes del Caribe.

Pero el tal Sánchez, decía, es un barbilindo que pretende formar un frangollo de Gobierno, pues va a estar cogido con alfileres y al antojo de sus compadres pues él los necesita a ellos más que ellos a él. Y le van a repelar hasta la asadura, como ya hicieron con Zapatero cuando el nuevo Estatuto y el Pacto del Tinell, para aislar con un cordón sanitario a la otra España. E igual le pasaría a Rajoy, en minoría. O peor. Pero el odio al adversario es un ‘super glue’ que une mucho, por lo que habrá acuerdo, como en Cieza. Lo mejor es que no hablen de sus ex porque seguro que la tenían más grande.

Mobusi