Antonio F. Marín: Del roce no nace el cariño; nace un chapista

4 de marzo de 2016

Del roce no nace el cariño; nace un chapista

Escuchar a tu pareja al final del día es una de las cosas más aburridas para los españoles, según las encuestas, aunque la más aburrida es ver una etapa de la vuelta. No lo entiendo.  

Nadie te obliga a ver una etapa de la vuelta y escuchar a tu pareja es optativo, supongo, porque de eso no entiendo pues soy virgen en vida conyugal y otros menesteres de esta índole, es decir, en matrimonios, arrejuntamientos, amancebamientos, cohabitaciones y toda esa pesca.

A mi me gusta escuchar a mi pareja al final del día,  porque no la tengo ni la he tenido, pero cuando la disfrute  y me entere, lo cuento como Dominguín con Ava Gadner. Pero en principio tiene que ser agradable que te cuente lo que ha hecho, dónde ha estado, cuáles son sus problemas, qué tal sus amigas, con quién se ha acostado, etc.

Antiguamente quedaba mal un soltero; un solterón. Y era peor en los casos de las chicas a las que machaban con eso de "vestir santos", que tiene/tenía muy mala leche. Ahora ocurre lo contrario y las chicas prefieren la soltería e incluso ser madres solteras, para poder

divertirse y disfrutar la vida. Hacen bien.

Lo cuenta un soltero en El Mundo:

Daniel se define como "un soltero con pareja a ratos" y  aunque de joven era "súper romántico, sufridor y atormentado", el matrimonio nunca entró en sus planes". Reconoce que le encanta "gustar y seducir, pero no más que a esos casados que se quitan el anillo cuando salen". Cree que "la gente que vive en pareja tiene desvirtuado el concepto de soltero, porque piensa que montamos fiestas en casa todos los días o que salimos de juerga todas las noches. Y eso está en su imaginación. El ocio va con la edad y estar soltero no significa vivir como un adolescente", zanja.

Coincido con él y con ellas,  porque sé de muchas chicas de Cieza, con estudios universitarios, trabajo,  piso y coche que se van a Murcia los fines de semana para pasar allí la noche. En Cieza hay mucho poligonero y los demás los tenemos muy vistos, me suelen decir.

Y también abundan  muchas chonis, que digo yo por la parte que me toca, pero la cuestión es que  no tengo coche ni me gusta tenerlo, ni nunca lo tendré. Hace siglos me iba  a Murcia en autobús, tomaba copas y luego me metía en un hotel.  También me han sugerido que  a cierta edad hay que hacer un apañico porque del roce hace el cariño, puede, aunque uno cree que del roce no nace el cariño; nace un chapista.

Ir a Murcia es lo más razonable, aunque sale caro, pero merece la pena porque en Cieza invitas a una chica a tomar café  las 5 de la tarde y te pone cara como si la hubieras invitado a ir a una farmacia a comprar condones. Sólo por tomar café y por aquello del qué dirán. Están prisioneras de los demás y no se dan cuenta pues son ellos, los demás, los que deciden si puede ir a tomar café y con quién. Y algunos no la  conocen de nada. Es una doctrina social de paletos, de campanario y de ciudadanos agropecuarios decimonónicos. No conozco una esclavitud mayor que esa.  En Cieza, claro,  pero en el resto de España  todo ha cambiado y ahora son ellas las que tras el polvo,  no te llaman.

Aunque hay solteros y solteros;  solteros normalitos y héroes que se casan con chicas 40 años menores que ellos, como Carlos Falcó, el marqués de Griñón (79 años) que se ha prendado de una jovencita de 42. El dice que el amor no es un privilegio de la juventud.  Claro, pero casarse con una 37 años menor que tú tiene algo  perverso. Y nos viene a la cabeza eso de "porque es Marqués que si no..."

En Cieza un conocido personaje se ha echado novia a los 82 años, es mi vecina,  y como dice un amigo, debe  clavarla contra  la pared todos los días. Es muy guasón, pero tiene razón.  Hay cosas que por sentido común no se pueden/deben hacer porque puedes quedar ridículo y además pasarlo muy mal. Aunque el amor es una locura inevitable que dicen que no tiene edad. Pero hay que mantener la serenidad.

Me hago un cafelito, me preparo un cigarro y saco mi pipa de cristal.  Son las 05:45 y me asomo a mi serviola: hace un poco más de fresco que ayer y sólo se ven algunas estrella, ergo, está medio nublado. Pongo música y me asomo otra vez: No se ve la luna, me la han robado y no sé si denunciarlo a la Guardia Civil; a unos guardias que  el otro día rescataron a dos ex-etarras de la nieve. La información no lo dice pero me he enterado, no sé dónde, que primero llamaron a la policía local que les dijo que no podían porque estaban muy ocupados en la ciudad. Luego a  la Policía Foral de Navarra  que  les dijo que nanai, que esa carretera no era de su competencia.

Y por fin llamaron al 112 que les mandó a la Guardia Civil. La noticia es significativa porque ETA ha matado a más de 200 guardias civiles en toda España  y en Navarra a unos cuantos.  Eso le dijeron a los guardias: somos expresos de ETA. No importa, nosotros no miramos el carné de partido para hacer nuestro  trabajo, le contestaron, más o menos. Y aquí viene Martín Niemöller cuando aseveraba que  «El amor al prójimo no conoce límites ideológicos ni confesionales.»

Y la Guardia Civil, cómo no, los rescató y llamó a un autobús para trasladarlos. Eso se llama profesionalidad, ser buena gente, demasiado, porque yo los dejo allí a pan y agua, pero es que yo soy yo y mis circunstancias y ellos son Guardias Civiles muy profesionales que se zampan las circunstancias de los demás. Para ponerles una medalla. A veces los españoles no somos conscientes de lo bueno que tenemos, una de las mejores sanidad del mundo, por ejemplo,  porque sólo nos fijamos en lo malo y de ahí a Pablito Bananas sólo hay un rato.

Generalato bananero
Que unos españoles se sumen a unos colaboracionistas con la dictadura iraní y venezolana es para hacérselo mirar. Son los Blas Piñar de la izquierda pero parece que nadie se cosca. Que alguien se aproveche de tu sufrimiento, de la mala situación por la crisis,  para medrar campanudo y encima perdonarnos la vida, se define por una palabra que no menciono por si hay niños. Pero empieza por H, como se escribe el amor, según Jardiel Poncela. Estos zambombos nos traen los duros antiguos de Cádiz y corremos todos a la playa para hacernos ricos.

Y hete aquí que a mi vetusta edad me encuentro defiendo a los profesionales sanitarios, a los barrenderos y a la Guardia Civil. A veces nos merecemos todo lo que nos pase, incluido Pablito Bananas que viene a quitarnos la libertad que tanto nos ha costado y no somos conscientes de ello. Y aquí viene una cita muy socorrida por todos, incluido yo, pero es que explica muchas cosas

"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí" 

Pues eso. Se me ha ido el folio y he vuelto a hacerlo muy largo. Me he propuesto reducirlo a unas 500 palabras, pero se me va la mano y la pluma.

Buenas noches y buena suerte.

Agenda: Ir al apartado de Correos a ver si alguien me quiere y me ha escrito. Empezar tarro nuevo de pastillas.  Caminata con mi hermana a las 10: 30. Bajar pelis para el fin de semana. Bajar los capítulos atrasados de The Big Theory. Guardar fotos publicadas.Volver a picar, con paciencia, todos los textos borrados con el siniestro total de los discos duros.

Mobusi