La mujer siempre ha sido demasiado...

Siempre, siempre, y en todos los casos, para mi las mujeres siempre han sido demasiado;  demasiado jóvenes, demasiado altas, demasiado guapas,  demasiado ricas, demasiado  listas,  demasiado casadas… Todo muy demasiado.  Y es que son demasiado;  demasiado inteligentes, demasiado tías buenas, demasiado distantes, demasiado jaquetonas, demasiado exigentes,  demasiado fuertes, demasiado  ennoviadas.... 

Demasiado todo.  Todo muy demasié. Así que no me cae bien el  multimillonario Donald Trump, candidato a la presidente norteamericana,   que ha confesado que su mujer anda por casa con un tanga. Incluso cuando ven la televisión en el sofá. Demasiado.  Antes de revelarlo había llamado violadores y asesinos a los mejicanos, además de anunciar su  proyecto para construir un muro entre México y Estados Unidos  que además  paguen los mejicanos, cómo no. No es nada personal, pero  un tipo así no llamarían la atención en un zoo y se camuflaría en el paisaje, porque parece que es una señal evidente de que 

el mono no ha evoluciona tanto.  

En lo único que coincido con él es en lo delicioso que es   tener a tu mujer todo el día en tanga. Una maravilla. Pero Donald  le lleva a la niña más de 25 años y estamos seguros de que ella  (45) lo quiere por su ternura, romanticismo y buena persona. El que piense que está chica está con el zambombo por dinero es un mal pensado. Ella es  también  una mujer admirable, como se ve,  porque  Melania es una ex modelo eslovena de 1,80 de estatura que estudió arquitectura y habla cuatro idiomas. Y el que diga que está con él por su dinero tiene una mente sucia y tenía que lavarse la boca con jabón.
 
Que  tu esposa esté todo el día en tanga, incluso para ver la televisión en el sofá, está muy bien, pero yo que soy pobre me  conformó con el tanga y una camiseta blanca de tirantes que vale 3 euros. Y además, en vez de por la Casa Blanca que lo haga por mi casa que hace frío y tiene más mérito.  Aunque  le podríamos poner un abrigo de pieles, de conejo.

O unas pieles de cuello que he heredado  de mi madre y con las que andaría abrigadita por arriba y con el chichi protegido por el tanga.   No hay nada mas morboso que una mujer desnuda bajo un abrigo de pieles, y con tanga. A todos los tíos nos  gusta, por lo que sé. Venus in Furs. Vénus a la fourrure, según la última película de Roman Polanski que es regular, por cierto, y no refleja el espíritu de la colmena. Se queda en lo obvio y además lo tergiversa.  

Los que también se quedan en lo obvio son nuestros mandamases de Cieza pues no se enteran del peliculón que montaron con la recalificación urbana de los solares de la Venta del Olivo propiedad de Cieza Golf. Esta excelsa empresa se comprometió  a pagar 3 millones de euros al Ayuntamiento del señor Tamayo, del PP,  si conseguía que le urbanizaran los terrenos para pasar de secarrales o frutales sin agua, a solares urbanos. 

Un cantidad  ridícula si consideramos  el pelotazo que iban a pegar y que han pegado, porque los solares siguen siendo urbanos, aunque estén cerca de la venta del Olivo. Es más: si los venden obtendría unas buenas plusvalías  por lo que los empresarios deberían estar calladitos y rezando para que no los pillen. Pues no. 

Han reclamado por vía judidicial a todos los ciezanos los 600.000 euros que dieron de entrada para conseguir una recalificación que lograron  y que está aprobada, por lo que no sólo que el Ayuntamiento no les debe nada, pues cumplió el convenio, sino que son ellos lo que nos deben   2.400.000. Y habrá que reclamárselos vía judicial a poco que espabilen nuestros próceres.

El Ayuntamiento cumplió y ellos no. Así de sencillo. Y habría que  enviarles el Cobrador del Frac hasta que apoquinen lo que nos deben. No sé qué ocurrirá en el juzgado en el que han reclamado esos  600.000 euros pues quieren pelotazos  por su cara bonita, sin pagar nada, por tol morro,  cuando el valor de esos secarrales se ha multiplicado.

No sé qué pasará porque a tenor de lo que ha ocurrido hasta ahora (el Ayuntamiento ha perdido dos pleitos urbanos anteriores) es posible que consigan salirse con la suya, otra vez a pagar, y en ese supuesto habría que obrar  como ha sugerido el concejal de Urbanismo, Francisco Saorín, es decir, llevar  al juzgado a Tamayo y Cia para que paguen como responsables civiles subsidiarios. Pero tiene cojines que una empresa que ha multiplicado el valor de unos terrenos  venga ahora con que quiere que el negocio les salga gratis. 

La estrategia no es sólo defenderse en el juicio para no pagar esos 600.000, sino reclamarles los 2.400.000 que nos deben a todos los ciezanos, incluido un seguro servidor. Así que pagan o vamos a empezar a dar patadas en los huevos. Metafóricamente, claro, pero en los huevos.  Los negocios son los negocios y con mi dinero no se juega. No les vamos a poner una cabeza de caballo en la cama, tranquilos, pero sí una mujer con abrigo de piles y recurso judicial en la mano.

Son las 06:44, no hace frío y es probable que tengamos una mañana calurosa. Así que en esas quedamos: La mujer de Trump es demasiado para Trump, aunque esté con él por amor y no por dinero. Repito, aunque nadie se lo crea. Y si es así desde luego que es una mujer admirable. Menudo mérito tiene estar con este zopenco.  Me la imagino en tanga por el despacho oval de la Casa Blanca y me pongo malito.Yo voy a ver si encuentro a una arquitecta que hable cuatro idiomas (por la boca) para que me quiera por mi dinero, que no tengo. No es mucho pedir.

Aunque quizás es demasiado.  Porque todo es demasiado. Demasiados tontos y demasiados listillos.Y demasiadas mujeres admirables que aman por la belleza interior, de Trump, pongamos por caso.

Buenas noches y buena suerte.

Agenda: Caminata con mi hermana. Pedir hora al dentista.  Copia de seguridad. Terminar relatos eróticos, ergo, heavypornos.