Antonio F. Marín: El deseo sexual que se apoya en las fantasías y los pajeros de Prada

5 de mayo de 2016

El deseo sexual que se apoya en las fantasías y los pajeros de Prada

La sexóloga Valérie Tasso asegura que el deseo sexual se apoya en las fantasías, según ha revelado en su último libro Confesiones sin vergüenza (Grijalbo),  en el que cuenta las fantasías más populares de las chicas, que no se atreven a confesar. Por vergüenza, claro. Todavía estamos en estos entresijos pues parece que hemos pasado de  una revolución sexual en los años 70 cuando las chicas tiraron los sujetadores al aire para liberarse, a una regresión  a los años cuarenta cuando se ponían estrellitas en los pezones.

Así que las chicas reprimen sus fantasías y no las revelan quizás por pudor, aunque tras el exitazo que ha tenido entre ellas 50 sombras de Grey, parece que algo ha cambiado pues muchas han leído el libro y les ha gustado, aunque eso no signifique que todas ella sean unas putas que quieren que les den palizas. Ni mucho menos.  Uno sin embargo confiesa todas las fantasías, menos las de verdad que me guardo para la noche de bodas, porque nunca las he llevado a la práctica pues he creído  (bobalicón que es un servidor),  que para hacerlo había que encontrar a una mujer que te amara tanto como tú a ella. Entonces

sí. Por amor.

Toma, cariño. Ya sabes qué hacer...  (Foto: D/s)
Y una de ellas, la más dura y perversa,  es pasear cogidos de la mano por el Paseo Ribereño.  Cuando era joven, hace siglos, siempre he cumplido con las de ellas pero nunca con las mías. Me faltaba amor para hacerlo, aunque parezca cursi, que no lo es y si lo es me importa un comino, es decir, eso que empieza por eme.  Creía erróneamente que si Los tipos duros no bailan, según Norman Mailer,  tampoco mostraban sus sentimientos porque eso era de nenazas.

Hay otros que no son cursis, qué va, y practican la aberración  de la humillación pública como Pablito Bananas que ha ofrecido al socialista  Sánchez  que sea su vicepresidente cuando gane las elecciones. Uno no sabe ya si es que a Sánchez le va el sadomaso extremo gay  (que no tiene nada que ver con la D/s) porque no dejan de humillarlo y parece que insiste.

La llave
Veo más dignidad en un sumiso que ama a su esposa, y Ama, que en un político que es capaz de aguantar todo tipo de bajezas con tal de ser presidente. También los hay que son unos hipócritas como los partidos y los sindicatos que han despedido a sus empleados con la reforma laboral que tanto criticaron.

Pero hay otros que no tienen fantasías porque están muertos, enterrando a otros muertos, como el escritor catolicón  Juan Manuel de Prada que ha vuelto a las suyas en el ABC y ha llamado pajeros a todos los que ven pornografía en Internet. 

Servidora no ve pornografía en Internet ni en la tele porque por desgracia tengo una imaginación que es más  fertil y perversa  que todas las pelis banales de chunda chunda, mete y saca, aquí te pillo, aquí te mata, toma nena, dame traca. Por eso no las veo porque mi cerebro es más crapuloso que todo eso y tendría que apagarlo. Y no puedo.

He escrito relatos en cinco minutos, a un euro la pieza, que se han publicado en webs de contactos. En cinco minutos y sin chunda y chunda, sin pajeo, porque Juan Manuel es tan antiguo que no sabe que la mayor perversión es la castidad pues se conoce que le cae el polvo  hasta en las gafas, digo, antiparras. 

No tiene ni idea porque se nos antoja  como un  chucha-triste de esos que apagan la luz y la meten por la raja que luce  el camisón de su mujer a efectos de tan administrativo procedimiento conyugal. He observado más amor y cariño en algunos fustazos que en un matrimonio con todas las bendiciones apostólicas y  papales. Pero lo de pajero no vale, ya no se estila, Charles Villa,  porque ya digo que la mayor perversión en las relaciones de pareja es la castidad forzosa, aunque no es la de confesionario que él practica, por cumplir con la esposa los sábados por la noche y bajo el retrato del Papa.

Orgullosa de llevar la llave en público
Error, inmenso, error, Juan Manuel, porque en  las relaciones D/s, pongamos por caso, la mujer pinta  muy casta y va casi tapada  pues sólo se le suelen ver los pechos, mientras prohíbe al sumiso que se masturbe sin su permiso. Y parece ser que cuanto más tiempo esté casto mejor considera y trata a su mujer  pues desea satisfacerse y no puede pues le han privado del desahogo del rápido mete y saca. Y a dormir. Más perverso imposible.

La cuestión es que así el chico  es más atento, cariñoso y solícito ante el placer y los caprichos de su amada que si la metiera y le diera al rápido  chunda chunda, como hacen la mayoría de maridos antes de darse la vuelta.

Como se supone que hace el escritor, aunque  un  divorciado como él y pese a ser catolicón,  lo tendría que saber  porque si no es que no conoce a la humanidad ni al ser humano. Uno es soltero y lo sabe por referencias pues nunca me he casado ni arrejuntado. Pero lo explica muy bien la psicóloga Elise Sutton en la web de Mistress Terry, donde nos  lo presenta  como una herramienta al servicio de la mujer:
El fin ultimo de la Castidad dentro de la D/s es conseguir un estado de “excitación permanente” y para que se produzca este, dos son las diferencias fundamentales que la identifican sobre cualquier otra forma de castidad cotidiana. En primer lugar su componente psicológico de denegación, es decir que se produce no por voluntad del sumiso sino por voluntad de su Ama.
Y en segundo lugar porque esta excitación viene acompañada con la provocación y mantenimiento de dicho estado por nuestra parte a través del juego erótico cotidiano que realizamos mientras nuestro sumiso permanece en dicha situación. Por lo tanto, es la combinación de estos dos componentes la que diferencia y justifica la castidad en la D/s.

Quiere decirse que la castidad, que tanto proponen  ciertos  catolicones  es una perversión en sí misma, aunque también sea una bendición  en los juegos D/s. Y él sin saberlo, fíjate qué cosas. Lo mismo es casto y no sabe que es un pervertido o que la usan los que para él son pervertidos. Y también lo serían muchas mujeres que juegan a la D/s para gobernar a sus maridos y que sean así atentos, cariñosos y estén siempre pendientes de sus caprichos. Por eso se han puesto de moda y se venden como churros los cinturones de castidad CB-6000,  que copian hasta los chinos.

Según he leído, me informo antes de escribir, las chicas casadas consiguen que el marido esté tan atento y cariño como cuando eran novios y vuelven a comportarse con la pasión de hacía años; con el embolicado enamoramiento que han perdido con la rutina y los años de aguantarse mutuamente. Abundan incluso los manuales, como el de Sandra, una valenciana de 25 años, que aclara que la D/s no tiene nada que ver con el sadomaso ni el masoquismo, sino con el amor. Aunque Juan Manuel de Prada no se entere porque él está en lo del chunda chunda y a dormir. Sandra lo explica muy clarito desde la primera página y aclara lo que Juan Manuel no sabe o no quiere saber: que es más inocente que todas las inmoralidades de ejemplares hombres y mujeres muy bien casados.

También tiene mucho predicamento  Elise Sutton; una psicóloga felizmente casada, madre y Ama de su marido, que también se centra en el amor por el esposo, marido o pareja. Es norteamericana, pero el PDF está en español y todos lo pueden bajar, incluido el escritor a ver se si ilustra y aprende que todo en la vida no es lo que ha vivido en la sacristía y hay cristianos que con sus fantasías cumplen más con Dios que otros muchos que se corrompen tanto en los económico como en lo moral y van a misa y se ponen en la primera fila. Y no me refiero a los curas pederastas porque sé que es jugar sucio, pero ahí están. Ellos sí que eran pajeros y hacían daño a los demás, a los niños.

No es menester que me des las gracias, Juan Manuel, pues me alegro de haberte podido ilustrar  con objeto de que si eres casto lo tengas en cuenta porque lo mismo estás pecando, sin saberlo, es decir, gozando como un cerdo en castidad forzosa. Que a lo mejor se trata de eso.

Buenas noches y buena suerte

Agenda: Análisis de sangre ahora mismito, a las 08:30. Desayunar como un marqués en Los Valencianos de abajo. Paseo con mi hermanica. Pelo (cortar).

Mobusi