Antonio F. Marín: De los fetichismos y las cosas de comer: el shushi

14 de junio de 2016

De los fetichismos y las cosas de comer: el shushi

Comentaba ayer con mi admirado Pedro Luis Almela que la imaginación pone la sustancia a la carne,   le da sabor y color al shushi y condimenta todas las salsas. La imaginación y el amor, siempre el amor, Pedro Luis (llámame cursi) porque es una delicia que sólo saben catar algunos pocos y que cuanto te toca, de verdad, te lleva a adorar el suelo que Ella pisa, es cierto. No es una frase hecha.

O a impregnar su esencia en unas bragas que  adoras como una Samaritana (con perdón). Entonces, oh, cielos, el cielo desciende a la tierra y se saborea el olor, el color y el sabor del shushi y hasta del pescaito frito. El amor  vuelve lo carnal en carne pero con salsa y especias mil de perversiones que te subliman la carne y hasta unos vulgares sobacos pueden alimentar tu alma. No te quiero decir ya los besos, cariños, arrumacos y te quieros. Incluso a distancia porque estoy convencido de que el amor también es  telepatía. Lo sé. Lo he vivido (llámame loco), pero para eso hay que sentirlo, dejarse llevar y no ponerle portones al rió ni puertas al campo.

Hay que ver qué cosas digo a las 06:34 de la mañana, pero no es nada comparado con la rareza de una norteamericana que ha dejado el trabajo para dar de mamar a su novio de 36 años.  A mi  no me importaría que mi novia me diera de mamar, qué quieres que te diga, Charles Villa, pero  no creo que las españolas consientan.   Pones un anuncio de "se busca chica que de de mamar a un tío de 36 años" y lo mismo te contestan pidiéndote un contrato indefinido.

No es Ella; es la manzanilla
Las españolas es que son así, sabe usted, y defienden todos sus derechos. Porque podría firmarles un contrato por horas, pero dirán que no, que nasti de plasti forever and never y que o es fijo o de va a dar de mamar tu madre. Es que soy huérfano de padre y madre, les puedes decir para ablandar su corazón. Me da igual. ¿Te vas a aprovechar se un huerfanito que necesita que le den de mamar? Pues si. O contrato fijo o nada. Y tienes que


firmárselo, claro.

Pero dejémonos de tonterías, del cachondeito habitual porque lo que ocurre es que soy feliz. Me siento feliz en esta casa en la que me críe y en la que recorro ahora los pasillos y habitaciones vacías con nostalgia y serenidad. Es mi refugio y aquí me siento   sosegado, seguro y feliz, muy feliz. No necesito salir. De hecho me molesta mucho tener que hacerlo. Y si me tocara la lotería arreglaría la terraza de arriba, la grande que da al Paseo,  le pondría una pérgola, maceteros y mesas y sillas, y  la convertiría en una terraza de verano tipo Garbandela de La gran belleza. Y si me echara novia me iría con Ella arriba y le metería mano delante de todo el mundo porque nadie vería nada. Aunque una terraza así se la suelen quedar los suegros para invitar a sus amigos y todo eso.

Lo dejo. Anoche me acosté tarde y no fue por seguir el debate de la tele, sino porque de pronto me vino una ordalía y vi la novela desde otra perspectiva. Va a seguir siendo el diario de un madurito que descubre que es impotente y de un amor imposible que refleja en sus diarios, pero en el contexto de un mundo de ciencia ficción. Sí, es un palo literario  que nunca había tocado pero que me viene al pelo. Las dudas que tenía se han acabado y ya sé cómo se refleja la sociedad en la que vive el protagonista. No hay que cambiar mucho y la idea me parece espléndida. Ahora sólo hay que seguir con ella.

He tenido la misma inspiración, de pronto, que tuve con Azul y sombra. Y cree que esta vez es la definitiva. Estoy contento, como un crío con zapatos nuevos,  que se dice. Hasta el punto de que me da igual como quedara ayer el debate. El País cree que hubo empate, pero sus lectores dieron por ganador a Pablo Iglesias. Me consta que si hubieran hecho la encuesta media hora antes de iniciarse el debate el resultado habría sido el mismo. En las encuestas de los periódicos de derechas supongo que el ganador habrá sido Rajoy, pero supongo, no tengo ganas de mirarlo, pero si lo miro acierto. Este país es previsible en dos cuestiones: la envidia y el rencor que provoca esa envidia.

Buenas noches y buena suerte.

Agenda: Hoy no hay paseo. Mi hermanica y yo vamos a aprovechar el fresco de primera hora para ordenador la biblioteca. Viene Loli. Y Mercadona, como todos los martes.

Mobusi