Antonio F. Marín: Hoy nada

13 de junio de 2016

Hoy nada

Me he despertado tarde, son las 07:24 y no se me ocurre nada. Aparte de que me he levantado tarde, claro. Me fió de la rutina porque cuando sigues una no  necesitas ni reloj pues el tiempo lo llevas en la cabeza (se lo digo mucho a mi hermanica) y te despiertas o haces algo por rutina y aciertas en la hora. Y voy con prisas porque se me echa el tiempo encima. Se me ha olvidado hasta echarle azúcar al café. Y lo dejo así porque no tengo ganas de ir a la cocina. Va a hacer calor porque tengo las ventanas abiertas y se nota ya esa sensación a esta hora de la mañana.

Le echaremos un vistazo rápido a la prensa y... y toda ella habla del atentado de Orlando con la salvedad (o no) de que la prensa de derechas se refiere al asesino como yihadista y la de izquierdas como homófobo. Cada quien arrimando el ascua a su sardina. Lo que no saben uno y otros es que los tipos de esta calaña no necesitan argumentos para sus crímenes. Los perpetran y ya está. Luego los demás le ponen los apellidos. El País se refiere al debate de esta noche que no pienso ver. Me aburre.


He encontrado una web con unas fotos muy buenas de fotógrafos que se salen un poco de lo habitual. Pero hay algunas muy buenas. Las iré publicando cuando el Chrome me deje. He cambiado de navegador y todavía no me aclaro. Después de casi 20 años juntos he tenido que dejar el Firefox y pasarme al Chome porque aquel se ha quedado atrasado. Y es muy lento.

Anna Ogier-Bloomer
Tengo todo el día para habituarme a él o volver al Firefox. Me cuesta cambiar. Cuando algo me funciona prefiero seguir con él, pero cuando el que tienes va renqueando te dejas de romanticismos y cambias. Lo siento por los chicos de Mozilla, pero cambio de pareja de baile. Supongo que en los matrimonios pasa igual: la gente se cansa de convivir juntos y cuando la pasión deja paso al cariño no lo soportan y buscan más pasión. Es como los drogadictos cuando la dosis habitual ya no te hace tanto efecto y tienes que consumir más para lograr la misma sensación.

Cuando se acaba la pasión inicial (que se acaba) las personas inteligentes saben administrar lo que queda, el cariño, pero los zoquetes cambian de pareja  buscando la misma emoción. Y con la segunda se repite lo que con la primera. Y vuelven a fracasar.

Esta noche es el debate, digo,  decía, pero no lo veré. Me sé la película y lo que van a decir, aunque todavía no lo hayan dicho. Me sé su cantinela. Y también tenemos el partido que tampoco no voy a ver porque el fútbol también me aburre. Tenía anotado en un trozo de periódico un comentario muy bueno sobre los españoles que dejo para otro día.

Buenas noches y buena suerte

Agenda: Paseo con mi hermanica (está a punto de llegar). Farmacia. Terminar de colocar los libros en la biblioteca con la ayuda de mi hermana, claro, porque me da vertigo subirme a la escalera.

Mobusi