Antonio F. Marín: Recapitulaciones y renuncias

9 de junio de 2016

Recapitulaciones y renuncias


No sé dónde leí que la vida esta hecha de renuncias que hacemos para lograr un fin mayor, pero a veces me da por cavilar y me pregunto si merece la pena tanta renuncia por un ideal que a lo peor ni merece la pena. Digo esto, en plan tan existencial y tal, porque ayer me crucé  con una chica que llevaba un cochecito con dos bebés. La conozco, siempre me acuerdo de ella  por  su lunar y  sé que aunque es muy joven (unos 28 años) es soltera y no tiene niños. Serían de alguna amiga, me dije una vez que la hube saludado con un gracieta de esa que solemos soltar los hombres y que no  tienen ninguna gracia

Me quedé pensando y  creo que uno de mis grandes sueños ha sido tener un niño, una niña, porque siempre me ha tirado mucho el sentimiento de paternidad. He sido un irresponsable toda mi vida, me he dejado trabajos, sueldos, cargos y otras bicocas y viandas seguras para proseguir mi camino o/y luchar por conseguir mis sueños. Ahora que ya soy que muy mayor puedo sentirme satisfecho porque
los he logrado casi todos pero a cambio he tenido que renunciar a muchos anhelos que otros más responsables jamás hubieran dejado pasar.

Por eso no me importó mucho que me expulsaran de los institutos y renuncié a trabajos seguros de los de para toda la vida. Y por eso rechace bodas con hijas de (buscaba el amor de mi vida), incluido un matrimonio  con una buena chica, de buena familia, con una holgada situación social y que no me pedía nada a cambio. Ni tan siquiera el amor recíproco. Lo rechacé porque según  le dije a los casamenteros la única ilusión que me quedaba en la vida era enamorarme como un colegial. Encontrar ese amor que te provoca mariposas en el estómago, te pone nervoso con solo mirarla y que nunca tuve en la mi infancia ni adolescencia.

He conseguido la mayor parte de mis sueños y si cuando era niño soñaba con escribir una novela, he escrito cuatro. Soñé con navegar y ver otros mundos y lo logré durante ocho años. He conseguido todo lo que me he propuesto y  soñado por lo que puedo morirme en paz y en cualquier momento. Estoy preparado. Todo lo que tenía que hacer lo he hecho, excepto encontrar el amor de mi vida y tener un hijo. Ahí he fracasado. Tengo seguridad, casa propia, trabajo en lo que me gusta, soy mi propio jefe, he conseguido mi sueño de ser escritor (aunque no sea famoso), he viajado muchísimo, he conocido a mucha gente, he cumplido todas mis fantasías sexuales (excepto una, sólo una que he reservado siempre para el amor de verdad; para una mujer que me ame con la misma pasión y locura),   y tengo la suficiente independencia para poder escribir lo que me da la gana y contra quien me da la gana.  He conseguido todo lo que soñé de niño excepto el amor de mi vida y una hija. Pero debido a mis renuncias ahora ya es imposible encontrarlo. O lo he encontrado pero no ha sido correspondido.

1958
Por eso deduzco ahora que renunciar a ciertos compromisos o a  un buen matrimonio de conveniencia  que me solucionaba la vida,  fue demasiada renuncia. Ahora me doy cuenta, pero entonces lo hice (y a lo mejor  lo volvería a hacer) porque yo no puedo engañar a nadie. No puedo decir si quiero en al altar a alguien a quien no quiero, aunque tenga mucho dinero y sea de muy buena familia.

 Los apañicos no van  conmigo. Me pueden. Y además no tengo ningún derecho a hacerle daño a nadie aunque ese alguien ya dé por supuesto que no la quieres. Me da igual. También he renunciado a acostarme con mujeres que me deseaban y que me abrían  la cama,  porque no quería que se enamoraran de mi y hacerles daño pues yo no sentía lo mismo.  He sido y soy feo, pero se conoce que también algo resultón, como me han dicho algunas, y  nunca me ha faltado un coño que me cobijara.

He preferido rechazar ese efímero goce sexual por encontrarme mejor conmigo mismo, con mi conciencia. Si hubiera sido un hijoputa, como otros muchos, me las habría tirado y luego las habría dejado, pero no he podido hacerlo jamás. Incluso cuando ellas me decían que sólo querían sexo sin compromiso. Tampoco lo he hecho. Es superior a mis fuerzas y nunca lo haré. Aparte de que me da asco comerle el coño a una tía a la que no ame.

Pero quizás la mayor renuncia que he hecho ha sido la tener niños; la de criar una hija y compartir con ella los momentos que me queden de vida.  Y esta chica del lunar me lo ha recordado. Iba con dos bebés y supongo que he sentido la llamada de la selva progenitora porque me ha hecho pensar en algo que ya es imposible  pues para tener  un niño o niña ella tendría que ser muy joven y yo ya estoy muy mayor para ligar con jovencitas.

Feria 1961
Así que ya es imposible en mi madurez porque  estoy seguro de que aunque digan que no les importa la diferencia de edad, con el tiempo les darías asco porque un viejo siempre será un viejo. Pero es que aunque ellas accediera muy enamoradas,  tendría que tener menos de 35 si no he leído mal.  Y no me parece justo que una chica te entregue los mejores años de su vida y que luego se arrepienta porque se arrepentirá. Les habrías robado los mejores años de su vida. Y no puedo. He sido un irresponsable, pero dentro de lo que cabe quizás demasiado responsable porque he pensado en los demás más que en mi.

Después de todo no he conseguido el amor de mis sueños, aunque he luchado y luchado por conseguirlo durante años, y quizás he renunciado a demasiadas cosas por lograrlo. E igual me ha pasado con esa niña que siempre he anhelado, pero que ya no conseguiré por culpa de mis sueños, logrados unos y malogrados otros. Ese es el resumen que te haces cuando llegas a cierta edad. ¿Han merecido la pena tantas renuncias?... ¿merecía la pena lo que he logrado a cambio de no tener que engañarte y engañar?

El Puerto
Y sobre todo, ¿a qué viene esto a estas alturas de la vida? Pues quizás a que llegada  cierta edad haces balance y ves lo que has hecho, lo que no, lo que has conseguido y lo que has dejado atrás por comportarte con una ética personal que te impide engañar a nadie. Si hubiera sido un irresponsable, un cabrón de tres al cuarto, ahora estaría casado y con el porvenir resulto, tendría hijos y pasaría una vejez completa y segura. Pero no sería feliz.

Son las 06:10 y me voy. Estoy demasiado melancólico para seguir con este diario personal e intransferible. Cuando lea esto dentro de unos meses o año,s veré todavía mejor todo esto y quizás no lo meta en la novela. O quizás sí.

Buenas noches y buena suerte.

Agenda:  Mi hermana está en la playa, por aquí hay puente y daré mi paseo solo, como ayer. Y quizás me tome unos días de vacaciones con este diario/novela para descarnar y pensar.

Mobusi