Antonio F. Marín: Manspreading

25 de junio de 2017

Manspreading

La CUP catalana ha iniciado una campaña contra el «manspreading» que es el término que se utiliza para denominar a la práctica de los hombres que se sientan con las piernas abiertas en el transporte público y ocupan más de un asiento. En los últimos meses las críticas contra el 'despatarre' han cundido y uno las secunda no sólo porque ocupen más espacio sino porque alguno guarros llevan pantalones cortos muy amplios y enseñan los calzoncillos.

El «manspreading» debería ser obligatorio para las chicas que lleven minifalda, a sus anchas, pero a mí no me hagan mucho caso porque soy un salido, según me dicen. Un salido que nunca va de putas ni se ha acostado jamás con ninguna mujer a la que no he amado.

No soy tan moderno como la nueva página web del tripartito. Es una página oficial a la que sólo le falta el papel timbrado y la póliza. El diseño es bueno y el contenido es obvio a cualquier web municipal, pero no es lo mismo información y opinión. Las noticias oficiales deben destacarse, pero la valoración de un concejal sobre un pleno es parcial y debe ir a un lugar más discreto. No sé si me
explico o les hago un plano.

La web anuncia como oficial que el tripartito ha reducido en dos años la tasa de paro y esto no es cierto porque esta bajada no depende del ayuntamiento, por el mismo motivo por el que cuando gobernaba el PP local no podía atribuirse a Tamayo que el paro estaba en el 7%. ¿O sí?... Ahora anda por el 18,4% creo recordar. En cualquier caso el PP se ha quejado por el diseño web pero cuando gobierne la mantendrá tal cual. Días y ollas.

Y menos mal que van solucionar el problema de la rotura de azulejos del Paseo de mi estimado Pepe Lucas y sé que va a quedar tan rutilante y precioso como el original, pero se volverá a deteriorar y me pregunto si alguien se ha planteado qué va a pasar dentro de 50 años cuando el pintor desgraciadamente ya no esté y no haya nadie que pueda restituirlo. Me preocupa.

Y lo digo con cariño, que aquí nos conocemos ´tos´, eso dicen, aunque te cambies el apellido como se puede hacer desde el 30 de junio. Ahora se puede elegir qué el primer apellido sea el de la madre y es de justicia porque era una discriminación evidente pero afortunadamente ya no es obligatorio que el primero sea el del padre; una cuestión que aparte de hacerle justicia a las mujeres le vendrá muy bien a los catalanas porque los primeros apellidos más frecuentes según las estadísticas son: Garcia, Martínez, López o Sánchez con mucha distancia sobre el resto.

Ahora se le podrá apellidar a un niño o niña como Doménnech Garcia y todos tan contentos porque dentro de una generación habrán desaparecido los apellidos impuros. Menos mal que nos queda el ´manspresding´, con las chicas, que conste que por mi se pueden desparratar en dos asientos. E
incluso les cedo el mío.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.

Mobusi