Antonio F. Marín: Sólo los cobardes huyen de la derrota

6 de mayo de 2008

Sólo los cobardes huyen de la derrota

Un meteorito cayó sobre la tierra y levanto una polsaguera que impidió que los rayos del sol atravesaran la atmósfera y que murieran plantas y animales por falta de oxígeno. Fue entonces cuando Aznar nombró a Rajoy aspirante a la presidencia del Gobierno, hace millones de años, y todavía sigue en el empeño, pues Rajoy Lampedusa se cree comisionado para llevar a su hueste hacia la derrota final.
Zaplana ya dimitió hace unos días y Acebes lo hizo ayer, pero nuestro contumaz Rajoy se cree ungido para dirigir las tropas hacia una nueva derrota y sin permitir una nueva alternativa, claro, porque no se entiende que un demócrata no facilite que se pueda presentar todo el que quiera (ahora hace falta el 20% de los compromisarios), o que no hayan primarias en un partido que
supuestamente es democrático.

Qué envidia del Partido Demócrata norteamericano que, aunque fascista como ya sabemos que es todo lo americano, al menos disimula y organiza unas primarias que lleva ya varios meses en reñida pugna. En España eso no es posible, porque aunque lo fuera saldríamos de Rajoy para entrar en Aguirre, guatepeor, o más de lo mismo. "Mariano Rajoy se presenta como candidato para ganar las elecciones de 2012", declaró hace poco al diario El Mundo. 

Y no nos extraña, porque si el Alcoyano es el paradigma de la fe y la constancia en la derrota, nuestro Rajoy ha superado a los alicantinos y camina cuellierguido hacia una nueva derrota tras haber sufrida ya dos, desde el Gobierno y desde la oposición. No importa. La fe mueve montañas y si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma. Con tesón se consigue todo porque para ser derrotado una y otra vez hay que ser constante, tener confianza en uno mismo y echar mano de la fe y el temple para mantenerse firme en el camino hacia el fracaso. 

Otros pusilánimes se hubieran retirado al saber que van de derrota en derrota, pero eso son los débiles, los faltos de fuerza moral, porque los correosos de espíritu caminan altivos hacia la derrota sin mirar nunca atrás. No hay lugar para la cobardía. Sólo los pusilánimes se retiran cuando saben que van a perder. Los valientes, los intrépidos, los que miran por encima de las minucias de la vida, saben que las grandes derrotas sólo se consiguen con el esfuerzo, el ahínco y la constancia. Y tiene mucho mérito.

Nota.- Aumenta el paro, se retrae el consumo, aumenta la inflación, la gente las pasa moradas para pagar la hipoteca pero lo que nos preocupa es…que Franco comprara el Festival de Eurovisión hace 40 años, según la cadena de Zapatero. "Candente actualidad", que se ha dicho siempre.

Mobusi